Xalapa, Ver.- Si Jesucristo viviera participaría en los movimientos por los derechos y la inclusión plena de las personas de la diversidad sexual porque no es un pecado amar a las personas del mismo sexo o tener una expresión de género diferente.
Así lo señaló la reverenda Imelda Béjar Godínez, de la Diócesis del Sureste de la Iglesia Anglicana en esta capital, quien reconoció creer profundamente, junto con clérigos y laicos de su iglesia, que todos somos amados por Dios, "Dios es amor, Jesús predicó el amor incondicional y fue el primero que se unió a la lucha por la inclusión de las personas discriminadas".
Entrevistada en el marco de la marcha por justicia para los crímenes de odio, añadió que la iglesia anglicana marchó para transmitir ese mensaje y prevenir que haya gente que se sienta en pecado, desviada o enferma cuando es algo que está en su naturaleza.
Refirió que todos tenemos amigos o familiares de la diversidad que son iguales a los demás, con las mismas dificultades y los mismos dones que cualquier otro ser humano y si en ocasiones están mal es porque son víctimas de abuso y discriminación.
Expuso que es inconcebible que se quite la vida a una persona por el solo hecho de ser diferente y es también lamentable que grupos religiosos alimenten el discurso de odio, pecado, desviación y maldad.
Recordó que la iglesia anglicana es una de las grandes iglesias católicas del mundo, junto con la católica romana y la ortodoxa y en México respalda a la comunidad LGBTTI y en este momento en la mesa de discusión se encuentra una moción para que se apruebe el matrimonio de personas del mismo sexo.
"Todavía está en proceso, falta tiempo, pero hay todo un proceso hace mucho tiempo buscando que las personas de la diversidad sexual tengan plena inclusión y acceso a todos los sacramentos, incluido el matrimonio y la ordenación en nuestra iglesia".
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