Un día como hoy pero de hace 145 años comenzó a derribarse la antigua muralla que rodeaba Veracruz y que por mucho tiempo sirvió de protección ante los ataques de piratas y que después ya representaba un obstáculo para la modernización de la ciudad.
¿Cómo era la muralla que circundaba Veracruz?
El investigador y promotor cívico, Hiram Becerra, afirma que esa muralla comenzó a construirse en mayo de 1683 después de los ataques de piratas, específicamente del de Laurent de Graff, un filibustero neerlandés, también conocido como Lorencillo por su baja estatura.
Fueron las autoridades de la Nueva España quienes decidieron levantar esa muralla para lo cual se buscó especialistas, entre ellos al ingeniero militar austriaco Jaime Franck, para que se encargara de ejecutar los trabajos.
"Se inicia su construcción que prácticamente va a durar hasta 1790, este proceso total; una estructura que sí tuvo ciertos retrasos por la cuestión económica que retrasaba la construcción".
Hasta el momento de su conclusión la muralla tenía una longitud de 2.5 kilómetros, una altura de 3.34 metros y un espesor de 84 centímetros aproximadamente.
Estaba construida de mampostería, cal y canto; poseía numerosas aberturas verticales llamadas "aspilleras" (aberturas verticales, estrechas y profundas, practicada en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos) desde donde los soldados podían disparar sus fusiles.
En los primeros años del México independiente seguía funcionando como una protección para la ciudad, sin embargo, a partir de 1873 con la llegada del ferrocarril hubo la necesidad de abrir una parte de ella para que pudiera entrar al Puerto.
Otro de los problemas es que evitaba que las corrientes de aire fresco recorrieran el interior de la ciudad; algunas partes se llenaban de arena y la gente podía cruzar de un lado a otro por las montañas que se formaban.
Fueron el alcalde Domingo Bureau y los regidores Francisco Canal y José González Pagés quienes visitaron al presidente Porfirio Díaz para solicitarle la demolición de la muralla porque era administraba la Secretaría de Guerra y Marina.
El permiso fue concedido y el 14 de julio de 1880 a las 4:00 de la tarde el Ayuntamiento de Veracruz hace una ceremonia solemne encabezada por el cuerpo edilicio, comerciantes y habitantes acompañados de la Banda de Música Municipal, para comenzar a derribarla.
En la actualidad se conocen algunos vestigios principalmente en lo que conectaba con la antigua puerta de mar, que después se convirtió en la Aduana Marítima y que hoy es la sede de la Región Naval.
También atrás del mercado de artesanías en donde se construye la Plaza Heroísmo Veracruzano ha quedado al descubierto una parte de la que ya tenía conocimiento el Instituto de Antropología e Historia (INAH).