El ser humano vive tan disperso que no se preocupa por su salud mental, pues con muchos factores y distracciones la descuidan, situación que urge atenderla, afirmó el padre Aurelio Mojica Limón, párroco de la catedral de Veracruz.
“Regularmente es lo que va haciendo mucha falta y ahora en nuestros tiempos donde hay tantos distractores y la gente vice tan dispersa en tantas cosas con los medios de comunicación, con los celulares, la gente ve muy distraída, pero poco metida en sí misma”.
En ese tenor, comentó que a inicios de la semana que transcurrió en Italia un sacerdote se suicidó.
“El padre Mateo, me parece italiano, también fue esa noticia dolorosa que se quitó la vida, el día anterior había estado organizando una tómbola, con la gente, con los jóvenes en la comunidad y ya le domingo cuando no salía a dar la celebración o la misa, se percataron de esta situación”.
Afirmó que este suceso enciende las alarmas en la Iglesia, porque el sacerdote es una persona que se humaniza y va guardando muchos sentimientos, o reprimiendo, si no tiene la manera de canalizar o relacionare con personas que lo ayuden.
En ese tenor indicó que la carga parroquial, o pastoral, el síndrome del cerebro cansado o quemado, también afecta a los sacerdotes, pero muchas veces, la feligresía como que no quiere ver que se canse, pero es humano y también se cansa.
“El sacerdote siempre tiene que dar esperanza, siempre tiene que dar aliento, siempre tiene que dar una palabra de fortaleza y como que no tiene que doblarse, pero no, el sacerdote es humano, también lleva situaciones difíciles, también lleva problemas”.
Subrayó que en la Iglesia sí hay ayuda, pero el sacerdote debe buscar esa ayuda.
“En la misma Iglesia hay todos estos apoyos, pero muchas veces ya depende de cada sacerdote porque por más que se brinde y se tenga todos estos medios, pues hay cosas que no pueden suplir la responsabilidad de cada quien”.
Al padre Aurelio, aseveró que el sacerdote hace mil cosas buenas y recibe una felicitación, pero haca una cosa mala y entonces todo mundo puede criticarlo y lo hace.
Aseveró que la Iglesia no aprueba el suicidio, pero se comprende y se ve desde los ojos de la misericordia, pues la Iglesia nunca va a juzgar a la persona que se quita la vida, sino todo lo contrario, será visto con ojos de misericordia porque no se sabe qué orillo a la persona a tomar esa decisión”.
En Francia en los últimos años se han registrado alrededor de siete suicidios, en Brasil ha habido un aumento de casos, y en Europa.
Respecto al caso de u hombre que fue sorprendido con una cabeza en la mano, en Coatepec, Veracruz, indicó que es algo petulante, que no se debe de dar.
Foto: Imagen de Kampus Production tomada de Pexels