Al leer el encabezado, la respuesta del lector sería ¡claro que no! ¡pagamos muchos impuestos! ¿Cómo que somos de los países que menos recauda? Pues sí, conforme al informe “Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2024” donde se recopila estadísticas comparables de ingresos tributarios durante el periodo 1990-2022 para 27 economías de América Latina y el Caribe (ALC). Si bien es cierto que ha avanzado la recaudación en México al ir despretrolizando el presupuesto, el dato pues es de estudiarse dado que va en proporción del Producto Interno Bruto (PIB) siendo un hecho, que los montos acordes a los informes de Finanzas Públicas si se tiene un aumento en recaudación; lo anterior gracias a las estrategias del Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación.
Hace algunos años, recuerdo que de este mismo informe hace varios años, México estaba en los últimos lugares en recaudación; siendo esto un reto en la administración pública y en la política fiscal.
ISR, IVA, IESPS etc. etc. diría el lector que son muchos impuestos, así como la carga tributaria. Uno de los principales puntos es la recaudación en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) siendo que la ratio de recaudación es de los más bajos: 0.33. Señala el informe “Existen varios factores que contribuyen al bajo nivel de este indicador en México, entre ellos el alcance de las exenciones de IVA, la aplicación de un tipo cero nacional a numerosos bienes y servicios, y el escaso cumplimiento (OECD, 2022[31]); (OECD, 2018[33]). No obstante, México introdujo una reforma del IVA en enero de 2014, que incluyó la sustitución de algunos tipos reducidos y tipos cero por el tipo general y la mejora de los procesos. El ratio de recaudación del IVA de México pasó del 0.26 en 2013 al 0.29 en 2014. Este indicador se incrementó a 0.35 en 2020, como consecuencia de la ampliación de la base imponible de IVA de los servicios digitales, en consonancia con las recomendaciones de la OCDE (KPMG, 2019[34]), a partir de junio de 2020.”
El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) detalla que en recaudación tributaria como proporción del PIB en la región de ALC – 2022 – México obtiene un 16.9% de ingresos tributarios totales como porcentaje del PIB quedando por encima de cinco países de los veintiséis de este informe: Guyana, Panamá, República Dominicana, Guatemala y Paraguay.
La autoridad fiscal emitió un comunicado al respecto “Ingresos del gobierno federal representan 24.5% del PIB” https://www.gob.mx/sat/prensa/ingresos-del-gobierno-federal-representan-24-5-del-pib-038-2024 donde señala que la OCDE no considera los ingresos que en nuestro país se clasifican como no tributarios, los cuales incluyen
los derivados del petróleo y de las empresas productivas del Estado, que representaron 7.6 puntos porcentuales del PIB durante 2022. Con estas consideraciones, los ingresos presupuestarios netos de México en 2022 habrían representado 24.5% del PIB.
La media en recaudación en ALC es del 21.5% y del promedio de la OCDE del 34%; el dato del año pasado de México fue de 16.7%
Un dato relevante en el informe es la evasión de impuestos de ISR en personas físicas del 18.7% en México: “Un estudio relativo a México concluyó que las pérdidas de ingresos tributarios como porcentaje del PIB de las personas que desarrollan actividades profesionales son cinco veces más altas que las de los asalariados y, en el caso de las personas con ingresos por alquiler son siete veces superiores.” Lo anterior se confirma en los estudios para combatir la evasión fiscal en México.
¿Qué acciones se van a realizar? Se acaba de anunciar la creación de la Agencia de Transformación Digital, la cual se espera que tenga impacto en el Servicio de Administración Tributaria: innovación para la eficiencia recaudatoria, programa de reducción de la cartera vencida, inteligencia para el combate a la evasión y elusión fiscal, así como profundizar el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO).
¿Qué se podría hacer? Una reforma fiscal: reducir la tasa del ISR, reducir deducciones, actualizar montos, eliminar exenciones, simplificar los trámites, eliminar obligaciones, entre otros.
Al haberse anunciado que no habrá una reforma fiscal al inicio de la siguiente administración federal, seguirán los actos de recaudación y fiscalización solo que a mayor grado y el uso de las tecnologías.