México es el primer consumidor de refresco y bebidas azucaras en el mundo con más de 24 mil millones de litros al año, situación que está vinculada a las 100 mil muertes anuales por diabetes en este país, estadística que de ir a la alza podría colapsar en un futuro el sistema de salud nacional.
El subsecretario de Salud, Eduardo Clark, informó que los mexicanos consumen 166 litros de refresco por persona al año, el mayor consumo mundial, debido a que estas bebidas son más baratas que en muchos países, y son la primera fuente de azúcar en su dieta.
En la conferencia presidencial de este jueves, dedicada a justificar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a estas bebidas, contemplado en el paquete económico 2026 y con el cual se contempla una recaudación de 40 mil millones de pesos, agregó que en la actualidad 163 de cada mil muertes en este país están vinculadas a obesidad, sobrepeso, diabetes e hipertensión, derivadas por el consumo de estas bebidas.
El funcionario señaló que la estrategia "Vive saludable, vive feliz", busca reducir el consumo de productos dañinos a la salud, disminuir la carga que esto representa en el sector salud y canalizar los recursos de este gravamen a los sectores de salud, prevención y educación.
Agregó que uno de cada tres niños presenta obesidad en este país y una de cada tres muertes por infarto está asociada a hipertensión y diabetes y esta enfermedad es ya la segunda causa de muerte.
Mencionó que tres de cada cuatro adultos presenta obesidad, el 39 por ciento de la población en 2023, además el 18.4 por ciento de los adultos padece diabetes, en tanto que uno de cada tres adultos es hipertenso y en los últimos años se ha triplicado la tasa de muertes por enfermedad del corazón.
Todos los sistemas nacionales de salud del gobierno mexicano destinan al año 180 mil millones de pesos a atender las enfermedades de sobrepeso, obesidad y falla renal crónica de la población, enfermedades que alcanzan el 40 por ciento de las atenciones médicas en las unidades de medicina familiar de todo el país.
Por último aseguró que la aplicación de impuestos a estas bebidas se aplica en muchos países como Reino Unido, que vio reducido el consumo en 30 por ciento; Sudáfrica 29 por ciento; Chile 21 por ciento y Estados Unidos, que empezó con 9.6 por ciento y en tres años lo redujo 52 por ciento.