Desde hace más de 20 años Javier Vallejo es pollero, primero empezó como empleado de un negocio y después como emprendedor en el Mercado Hidalgo de la ciudad de Veracruz.
En entrevista narra cómo ha sido el proceso de vender uno de los productos de la canasta básica por más de dos décadas; la necesidad que lo hizo comerciante y los obstáculos que ha tenido que enfrentar.
"Fue una decisión que tomé porque o seguía trabajando o emprendía, nació mi hijo, yo trabajaba en una pollería y el salario ya no me alcanzaba y pensé en tratar de hacer algo por mí mismo, decidí vender hasta que nos aclientamos, ya 20 años de carrera de pollero".
Su jornada comienza a las 5 de la mañana cuando sale de su domicilio ubicado en la colonia Malibrán para llegar al puesto en donde recibe el pollo fresco, lo limpia y lo acomoda para esperar a sus clientes.
"Ya aquí (en el mercado) nos lo entregan destazado, sin tripa, ya no hacemos nada, solo le quitamos la menudencia y lo ponemos a la venta al público; le quitamos el riñón, lo lavamos y lo vendemos".
La pandemia del COVID-19 fue una etapa difícil, le redujo las ganancias, le tocó ver cómo algunos de sus compañeros tuvieron que bajar las cortinas de los locales, pero después de la tormenta llegó la calma.
Sin embargo, por la compleja situación económica todavía hay ocasiones en las que le sobra mercancía y la habilidad de vender le permiten colocarla en algunos puestos de comida para que no se le quede.
Desde su pequeño espacio, con un mandil puesto y una sonrisa en el rostro le pide a las nuevas generaciones forjarse en el trabajo y luchar para salir adelante.
"Que no tengan miedo, que emprendan y sigan sus sueños porque si te quedas sin hacer nada ahí vas a estar, lo bueno es seguir adelante, si se caen que se vuelvan a levantar".
Cabe recodar que cada primer viernes de julio se celebra el Día Latinoamericano del Pollo, una fecha promovida por la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA) con la que busca destacar la importancia del pollo como alimento y su impacto en la región.