Un equipo del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona (INc-UAB), en España, ha descubierto que las dos principales proteínas cerebrales implicadas en la enfermedad de Alzheimer, tau y beta-amiloide, tienen efectos negativos diferentes en los circuitos neuronales relacionados con la memoria y las emociones.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Molecular Psychiatry (del grupo Nature), demuestran que la presencia de la proteína tau en el hipocampo provoca los déficits de memoria, mientras que la acumulación de beta-amiloide en la amígdala desencadena las alteraciones emocionales, como la ansiedad y el miedo, que son síntomas tempranos del alzhéimer.
El estudio ha comprobado, además, que la combinación de ambas patologías provoca un efecto sinérgico que potencia su impacto en la inflamación y el mal funcionamiento del cerebro.
El hallazgo, hecho en un nuevo modelo animal de la enfermedad, puede suponer un paso adelante en el abordaje terapéutico ante los tratamientos actuales, orientados a bloquear solo uno de los factores tóxicos.
La investigación se ha llevado a cabo con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), en colaboración con la Universidad Pablo de Olavide (UPO).
En el estudio de la enfermedad de Alzheimer históricamente ha habido dos teorías científicas: una que apunta a que todo el proceso patológico se inicia porque se acumula dentro de las células una proteína llamada tau, y otra que señala, en cambio, que es la acumulación de la beta-amiloide la que desencadena la enfermedad.
Este debate ha derivado principalmente en dos enfoques terapéuticos dirigidos a impedir, o bien la acumulación de la una o bien de la otra, para reducir tanto la sintomatología como el progreso de la enfermedad.
El equipo de investigación, coordinado por los investigadores Carles Saura y Arnaldo Parra-Damas, del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la UAB y del INc, sugiere que es necesario un enfoque terapéutico como mínimo dual para poder hacer frente a la enfermedad.
El descubrimiento ha sido posible porque se ha generado un nuevo ratón modelo de la enfermedad, según explicó la primera investigadora del estudio, María Dolores Capilla, y es que "a pesar de que en los cerebros de las personas que sufren alzhéimer se acumulan ambas proteínas, la mayoría de los modelos animales que se utilizan para estudiar la enfermedad reproducen únicamente una de las dos afectaciones".
En este estudio, sin embargo, ha sido generado un ratón transgénico que presenta la doble patología: la acumulación de tau y de beta-amiloide, por lo que "de este modo hemos podido estudiar sus efectos, tanto por separado como en combinación", añadió la investigadora del INc-UAB.
Los hallazgos pueden ser clave para replantear los enfoques terapéuticos actuales, que suelen centrarse en el bloqueo de un solo de estos factores tóxicos, pero "los tratamientos actuales no consiguen beneficios clínicos claros", aseguró María Dolores Capilla.
La investigación realizada indica que una estrategia terapéutica que aborde simultáneamente varios mecanismos fisiopatológicos, como la tau fosforilada y el beta-amiloide, podría ser más efectiva.
A pesar de que serán necesarios más estudios para confirmar la traslación a humanos, este trabajo resulta clave de cara a abrir nuevas vías de investigación para el tratamiento de esta enfermedad, señala el equipo de investigación.
Fuente:EFE