Un caso inusual y trágico sacudió este martes a la ciudad de Matamoros, luego de que autoridades localizaran el cuerpo sin vida de una mujer que fue mantenida en casa por más de 24 horas por su esposo, un misionero colombiano, quien esperaba que resucitara por medio de oraciones.
La fallecida fue identificada como Marisela Cervantes Cruz, de 35 años, originaria de Puebla y predicadora evangélica. Su esposo, Juan Felipe Ríos Raigosa, de nacionalidad colombiana, relató a las autoridades que la mujer había muerto durante la madrugada del 22 de septiembre, pero no reportó el fallecimiento hasta la tarde del día 23, convencido de que un milagro bíblico —como el de Lázaro— la traería de vuelta a la vida.
La pareja vivía en la calle Prolongación Laguna Montebello, número 400, en la colonia Las Brisas, al poniente de Matamoros.
"Nunca la llevé a consultar porque tenía la esperanza de que Dios pusiera la mano en mi mujer", declaró el misionero.
Juan Felipe explicó que su esposa llevaba dos meses enferma, pero debido a sus creencias religiosas, decidieron no acudir al médico ni realizarse estudios. “No creemos en doctores, sólo en el milagro de Dios”, aseguró. Al ver que su salud empeoraba, comenzaron una cadena de oraciones y ayuno.
Tras comprobar que no había señales de resurrección, el hombre llamó al número de emergencias para reportar la muerte. Elementos de la policía investigadora y el Ministerio Público acudieron al domicilio, donde confirmaron el fallecimiento y realizaron el levantamiento del cuerpo.
La Fiscalía trasladó a la mujer al Servicio Médico Forense (Semefo) para practicar la necropsia de ley y determinar con precisión las causas de la muerte.
Hasta el momento, no se ha informado si el misionero enfrentará algún tipo de responsabilidad legal, aunque las autoridades ya investigan el caso.
Fuente: Excélsior
