La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, aseguró este miércoles que con la entrada en vigor de la reforma al Poder Judicial el próximo 1 de septiembre, comenzará una nueva etapa en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), marcada por el fin de la “corrupción y el nepotismo”.
Desde Palacio Nacional, durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum reiteró que los nuevos ministros ya no tendrán derecho al haber de retiro, también conocido como “pensiones doradas”, en referencia a los beneficios económicos que recibían al dejar el cargo. Sin embargo, precisó que aquellos que ya cuentan con ese derecho —como Arturo Zaldívar y Olga Sánchez Cordero— podrán conservarlo, aunque la decisión final dependerá de ellos.
“La reforma no planteó quitarles el haber de retiro a quienes ya lo tienen. En términos jurídicos, lo pueden conservar. Pero ellos tienen que decidir si lo mantienen. Es una decisión personal”, señaló la mandataria.
Zaldívar, actual coordinador general de Política y Gobierno, fue ministro de la Corte y participó en la redacción de la reforma judicial. Por su parte, Sánchez Cordero, exministra y ahora diputada federal de Morena, también tiene derecho a dicho beneficio por su paso en el máximo tribunal.
Sheinbaum subrayó que la reforma representa un “borrón y cuenta nueva” para el Poder Judicial, y recalcó que quienes pertenecieron a la “vieja era” de la Corte conservarán sus derechos adquiridos, mientras que a partir de septiembre se eliminarán los privilegios para los nuevos integrantes del sistema judicial.
“Es el inicio de una nueva etapa, sin corrupción ni nepotismo”, afirmó.
Aunque la presidenta reconoció que los exministros tienen el respaldo legal para mantener sus pensiones, el mensaje deja ver una expectativa ética y política de que, como impulsores y aliados de la transformación, podrían optar por renunciar voluntariamente a ese beneficio como gesto de congruencia.