Washington.- La Casa Blanca defendió este lunes la polémica decisión de deportar a tres niños menores de siete años con ciudadanía estadounidense junto a sus madres indocumentadas, que habían vivido en Estados Unidos durante años.
"Si decides tener un hijo ciudadano estadounidense, sabiendo que estás en este país ilegalmente, te pones en esa situación. Pones a tu familia en esa situación”, declaró en una rueda de prensa el 'zar de la frontera', Tom Homan.
El alto funcionario aseguró que las madres "pidieron" a las autoridades que sus hijos fueran deportados con ellas.
Homan señaló que si los niños se hubieran quedado en Estados Unidos sin sus madres, la Administración habría sido criticada por separar familias.
"No fueron deportados. No deportamos a ciudadanos estadounidenses. Fueron los padres quienes tomaron la decisión, no el Gobierno de Estados Unidos", declaró.
Según la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Nueva Orleans mantuvo a las familias casi incomunicadas, negándose o no respondiendo a los múltiples intentos de abogados y familiares de contactarlas.
Las dos madres eran candidatas para obtener un alivio migratorio, pero debido a que el ICE les negó el acceso a sus abogados no obtuvieron asesoría a tiempo.
Los activistas han exigido a ICE que regrese a las madres al país para que puedan tener derecho a un debido proceso.
La Decimocuarta Enmienda de la Constitución garantiza que todas las personas nacidas en territorio estadounidense obtengan la ciudadanía del país, con independencia del estatus migratorio de sus padres, una norma que ha sido desafiada por el presidente Donald Trump.
EFE/ doh