El caso Segalmex ha sido el mayor entramado de corrupción durante el sexenio del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), un desfalco de 15.000 millones de pesos (más de 800 millones de dólares) y sobre el que todavía quedan muchas cuestiones por revelar, según apuntan los periodistas Georgina Zerega y Zedryk Raziel en su libro ‘Licencia para robar’.
“Igual no logramos trazar cada peso de los 15.000 o los 10.000 o los 3.000 millones estafados, pero apareció mucho dinero que llegó a los bolsillos de gente de la que escribimos en el libro como empresarios, exfuncionarios y políticos”, desvela Raziel en entrevista con EFE.
La Administración y Finanzas de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) fue la apuesta de López Obrador en 2019 para proveer "de una manera muy noble” alimentos a comunidades y ciudadanos, "mayoritariamente en situación de pobreza".
En 2020, estallaron múltiples acusaciones de corrupción por desvío de fondos durante la gestión del entonces presidente de Segalmex, Ignacio Ovalle, a quien el expresidente López Obrador protegió, y por lo cual saltaron las alarmas a periodistas y representantes de la sociedad civil.
“El problema en sí es la impunidad del encubrimiento del presidente respecto a Ovalle (...) López Obrador y Claudia Sheinbaum cuentan con un respaldo popular inédito que creo que les ha servido, además de para validar su Gobierno, también para relativizar sus errores, y en este caso hablamos de delitos”, argumenta Raziel.
En la actualidad, se desconoce el monto total desfalcado, y es que a pesar de que se realizó una auditoría al organismo, todavía siguen apareciendo denuncias por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) de México que aumentan los números del que es uno de los mayores casos de corrupción de México, superando a otros como la 'Estafa Maestra' de Pemex, ocurrida durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Impunidad en Segalmex
Otro de los virajes políticos de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), actualmente encabezado por la jefa de Estado, Sheinbaum, ha sido la reforma al Poder Judicial, una restructuración del sistema de justicia que ha permitido el voto popular para jueces y magistrados del país con el "supuesto propósito" de reducir la corrupción de casos como el de Segalmex.
“Hay que ver, qué pasa con la reforma judicial y con los jueces que lleguen, cómo se va a desempeñar todo esto. Antes de la reforma podrían haber hecho una investigación robusta y perdieron la oportunidad”, confiesa desesperanzada Zerega.
Además, destaca que el sistema judicial no estuvo a la altura y entró en “un juego político” en el que la FGR decidió si “se investigaba un caso u otro”, lo que llevó a que culpables con “cargos muy menores” entraran en la cárcel y otros, que “tendrían que haber estado” como Ovalle, quedaran impunes.
“En el caso de Segalmex lo que pasó con la justicia ha sido bastante lamentable. Fue una especie de show mediático anunciando un montón de órdenes de aprehensión para hacernos sentir que estaban avanzando en la investigación”, defiende.
Concretamente, de las 87 órdenes de aprehensión, sólo 26 personas fueron detenidas y 19 de ellas vinculadas a un proceso judicial penal.
Estas resoluciones ejemplifican, según Raziel, cómo estos casos fueron “tan mal armados” por parte de la FGR, que cuando llegaban a los tribunales los jueces decían “esto está mal hecho”, por lo que muchas causas fueron desestimadas.
“Personalmente no veo la posibilidad de que en este sexenio, con este nuevo Poder Judicial, un caso como Segalmex vaya a encontrar castigo”, concluye.
Con información de EFE/Foto: EFE/atf