El 11 de diciembre de 2015 comenzó la pesadilla: Keren Ordoñez, una joven de 19 que tenía 4 semanas de haber dado a luz a su bebé, fue casa del padre de su hija, en la colonia Herón Proal, luego que este le dijo que le daría dinero para pañales. Al llegar fue rodeada por 6 camionetas de las que bajaron hombres armados: un grupo de policías federales y ministeriales de Tlaxcala.
La joven fue subida junto con su bebé a una camioneta, en donde los oficiales la golpearon, incluso en el vientre donde aún tenía la herida de la cesárea reciente.
Bajo tortura y amenazas de asesinar o perder a su bebé, Keren firmó todas las declaraciones fabricadas que le dieron, con tal de salvar a su recién nacida.
De esa fecha pasaron 10 años, y este miércoles 16 de abril fue liberada del penal de Tlaxcala en donde estuvo presa injustamente, sin poder ver a su hija.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) anunció este día, y celebró, la liberación de Keren, quien al fin pudo reunirse con su familia, pero principalmente con su pequeña, quien le fue arrebata por policías 10 horas después de ser subida a la camioneta por la fuerza.
"Hoy con mucha alegría celebramos, por fin: #KerenLibre Tras más de 9 años de estar injustamente presa, Keren Selsy Ordóñez Hernández ha sido liberada. La Sala Penal del TSJ #Tlaxcala @PJ_Tlaxcala , en ponencia de la magistrada Mary Cruz Ornelas, resolvió la apelación y ordenó la libertad inmediata", dice la publicación.
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— Centro Prodh (@CentroProdh) April 17, 2025
Tras más de 9 años de estar injustamente presa, Keren Selsy Ordóñez Hernández ha sido liberada.
La Sala Penal del TSJ #Tlaxcala @PJ_Tlaxcala, en ponencia de la magistrada Mary Cruz Ornelas, resolvió la apelación y… pic.twitter.com/TpMocoUvld
Luego de ser detenida por los hombres armados, y tras horas de ser golpeada y torturada dentro de la camioneta, Keren fue llevada a la extinta Procuraduría de Veracruz, en donde examinaron a su bebé de 4 semanas, quien fue registrada como detenida.
Keren y su hija fueron llevas a Huamantla, Tlaxcala, en donde la torturaron de nuevo para que confesara un crimen que no cometió: el secuestro de una mujer llamada Diana.
De acuerdo con declaraciones previas de Keren, los policías la amenazaron con enviar a su hija al sistema de adopción y perderla, e incluso le dijeron que se asegurarían que llegara a "malas manos"; esto fue lo que obligó a la joven madre a firmar las confesiones falsas.
Las autoridades cumplieron, y mandaron a su bebé al DIF de Tlaxcala (estado con la mayor incidencia de explotación sexual infantil) y la pusieron en adopción, pero la madre de Keren logró recuperarla y desde ese entonces se quedó a su cuidado.
mb