De la Dra. Kathryn Paige Harden, profesora de la Universidad de Texas en Austin, donde dirige el Laboratorio de Genética Conductual del Desarrollo. Se trata de un alegato científico para crear una sociedad más justa. Considerado por The Economist como uno de los mejores libros del último año.
El libro consta de dos partes:
Me ha interesado especialmente cómo Kathryn se hace eco del artículo de Nature Genetics (2016) que resume 50 años de investigación sobre gemelos (más de 2.000 artículos científicos sobre más de 17.000 rasgos en más de 2 M de parejas de gemelos): los dos primeros ámbitos son las características de la personalidad y las capacidades cognitivas. Estos dos rasgos psicológicos tienen la correlación más fuerte con el tercero, el éxito en los estudios. La educación determina la empleabilidad, el éxito en el mercado laboral. Éste a su vez conecta con los riesgos sociales para la salud (en personas desempleadas o de bajos ingresos). Los dos últimos ámbitos son el riesgo de sufrir trastornos mentales (ansiedad, depresión, alcoholismo) y las relaciones interpersonales (matrimonio, divorcio). Con genes diferentes, vidas diferentes. Por tanto:
De la influencia genética total en el logro educativo, conocida como heredabilidad, las habilidades cognitivas representan el 43 por ciento y las habilidades no cognitivas, el 57 por ciento. La genética de las habilidades no cognitivas se asocia con una mayor tolerancia a los riesgos, una mayor disposición a renunciar a la gratificación inmediata, motivación, persistencia, valentía, curiosidad, autocontrol o mentalidad de crecimiento.
El libro propone, en el debate “Nature vs Nurture”, utilizar la naturaleza para entender el poder de la crianza. Las ciencias sociales, humanas, son las más “hard” y equivocarse no sale gratis. Según los economistas Kevin Thom y Nicolas Papageorge, se graduaron en la universidad el 27% de los niños ricos con índices poligémicos más bajos y el 24% de los pobres con índices poligémicos más altos.
Evidentemente hay una responsabilidad personal, a partir del libre albedrío. Y también la necesidad de la solidaridad: “Ama al vulnerable con tus decisiones” (Sarah Bressey, escritora y pastora).
Frente a quienes piensan, desde una ideología eugenésica, que los más vulnerables se merecen su (mala) suerte, un enfoque desde la ciencia genética para una sociedad más justa y equitativa en beneficio de tod@s.
Fuente: Juan Carlos Cubeiro, Tecno Talento, noviembre 2022