Opinión

No te quejes, vota

Por Juan José Sierra

Antes de que se acabe el tiempo verifica que tu credencial para votar esté vigente


Desde hace muchos años existimos los quejosos que resolvemos todos los problemas del mundo mientras nos tomamos una taza de café.

Criticamos a los gobernantes, analizamos sus perfiles, desconocemos sus habilidades o magnificamos sus defectos; pensamos mucho en que “si hubiera” ganado el otro u otra candidata, seguramente otro gallo nos cantaría. Sacamos conjeturas y nos lamentamos de tener un gobierno que no nos soluciona nada y únicamente nos da “atole con el dedo”.

Hacemos cuentas con el presupuesto municipal, estatal o federal y nos da para resolver todos los desafíos que el país, el estado, el municipio o la ranchería donde vivimos, tiene. Subimos y bajamos los impuestos, incrementamos la base recaudatoria, le abrimos las puertas de México al mundo y, en nuestra imaginación, cualquiera es mejor que el que está sentado en la silla de mandar tomando decisiones.

Así resolvemos, a sorbitos de café, la condición de pobreza en la que, de acuerdo con el último estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), viven 46.8 millones de personas en México, a las que se suman 9.1 millones en pobreza extrema.

Pero no sólo eso, también pavimentamos calles, encendemos el alumbrado público en las colonias, renovamos el transporte público, ponemos los maestros faltantes en las aulas, ayudamos a que las leyes de protección al medio ambiente se cumplan, resolvemos el problema de acceso a la salud y abasto de medicamentos y, por si fuera poco, recuperamos los espacios públicos que hemos perdido ante la violencia y la delincuencia.

No se nos pasa nada. En una vuelta al centro comercial, renovamos toda la semaforización y hasta la sincronizamos. Si salimos de la ciudad por carretera, bajamos los peajes y volvemos de concreto todas las autopistas. Es más, ponemos seguridad por todos lados para evitar el robo de camiones de carga o autotransporte.

Sin duda, tenemos bien mapeados los problemas sociales que enfrentamos, y en nuestra imaginación los resolvemos con prontitud. Tanto, que acabamos de un pestañazo con las carencias por acceso a servicios básicos en la vivienda que afectan al 17.8 por ciento de la población.

Tenemos una respuesta para todo. En cinco minutos implementamos de principio a fin las leyes necesarias para que se cuente con energías limpias en el país, para que se combata el robo, la extorsión y el cobro de piso.

Ah, pero que no nos pidan nuestra credencial de elector, porque ahí sí, nos retratamos de cuerpo completo. La tenemos vencida, o con la dirección que teníamos hace 10 años o peor aún, nunca la hemos tramitado.

De nada sirve saber las respuestas a todas las preguntas si nuestra obligación principal para hacer valer nuestra ciudadanía, que es contar con nuestra identificación oficial vigente, no la cumplimos.

De cara a la próxima jornada electoral, que se llevará a cabo el 2 de junio de 2024, donde se elegirá a 128 senadores, 500 diputados, al Presidente de la República, ocho gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; además de la renovación, en 31 entidades de los congresos locales y en 25 estados, de las autoridades locales, dejemos de quejarnos y cumplamos con todos los requisitos para poder votar por las mejores opciones inscritas en la boleta.

Antes de que se acabe el tiempo verifica que tu credencial para votar esté vigente, que tu dirección corresponda con el sitio donde resides o, si aún no la tienes, ve y tramítala para que entonces puedas participar activamente y contribuir con determinación a que México aproveche todas las oportunidades que hoy en día se le presentan.

No se vale seguirnos quejando porque no vivimos en el México que queremos si no estamos dispuestos a hacer lo necesario para tenerlo. Ve por tu credencial del INE y “Participa, Vota y Exige”.