Los medios de comunicación tradicionales enfrentan una grave crisis; las nuevas audiencias han cambiado sus hábitos de consumo y han migrado a nuevas plataformas.
La irrupción de nuevas tecnologías ha permitido el empoderamiento del consumidor y los dispositivos móviles han cobrado un papel preponderante en las audiencias.
El streaming y el consumo de contenido a demanda ha desplazado al formato tradicional unidireccional; se trata de un alud de contenido imparable que mantiene en vilo a los medios tradicionales, particularmente a televisión.
Los nuevos consumidores no se someten ni ajustan a horarios, no esperan a que inicie un programa o a encender el televisor para ver la programación, ese hábito no existe entre los millenials ni centennialses.
Desean que los contenidos estén disponibles siempre, a toda hora y cuando ellos quieran para verlos cuantas veces lo deseen.
Son ellos quienes deciden qué ver y no dependen de un programador que les diga qué ver. Por tanto, el consumo on demand representa un duro golpe para las televisoras.
Servicios de streaming como Netflix, Amazon Prime, o plataformas sociales como YouTube son la principal competencia.
No hay forma de que una televisora compita en diversidad de contenidos contra la web; los gustos son diversos y extremadamente específicos. Es verdad que las televisoras cuentan con infraestructura, experiencia y una producción mucho más profesional; sin embargo, esas características han sido sustituidas en internet por creatividad y frescura.
En las plataformas digitales el contenido es en extremo especializado y dirigido a pequeños nichos y no a grandes audiencias, lo que permite una personalización y fidelidad entre el creador y su audiencia.
El dispositivo móvil marca la agenda y crea tendencias.
Según datos de la Asociación de Internet de México, 8 de cada 10 conexiones a internet en México son móviles, lo que incide directamente en la naturaleza y formato de los contenidos.
Videos cortos, reels, shorts y mucha interacción social, son parte de las nuevas tendencias.
Los formatos de contenidos creados especialmente para web, y no adaptados o migrados de otras plataformas, son los que más consumen los millennials y centennials, quienes han hecho del móvil su dispositivo predilecto, desplazando a las grandes pantallas o computadoras de escritorio (desktop).
Para las nuevas generaciones ver un programa de televisión es aburrido, hoy buscan Interactuar con un contenido a través de diferentes plataformas, que van desde videos en redes sociales, pasan por cómics digitales y llegan hasta aplicaciones y videojuegos.
La narrativa de los contenidos en medios digitales es más amplia que la de los medios tradicionales. La transmedia storytelling es la forma en que los contenidos en la red se construyen, se comparten y se consumen. Algo complicado para los medios tradicionales, acostumbrados a crear contenidos sólo en una plataforma (la propia) y para un público mucho menos exigente.
Según datos de comScore, el consumo de video en nuestro país ha crecido a tasa de doble dígito año tras año desde 2015 y no para de crecer, lo que muestra un claro interés por los contenidos en estas plataformas.
Los nuevos líderes de opinión surgen de las redes y se miden por el número de reproducciones, reacciones y alcance de sus j tenudis, contenidos creados por ellos mismos y desde un dispositivo móvil.
Influencers como Mario Bautista -por citar un ejemplo- quien surgió de una plataforma llamada Vine, que permitía crear y difundir videos de 10 segundos, se convirtió en una celebridad con millones de seguidores en Instagram, Facebook, X y TikTok y ahora se da el lujo de hacer giras y presentaciones por todo el país e incluso en el extranjero.
Esos son los nuevos líderes de opinión para las nuevas generaciones, llegan desde las redes sociales, creando contenido irreverente y alejado de las fórmulas de los medios tradicionales.
Para los millennials resultan mucho más convincentes personajes como Roberto Martínez, Chumel Torres o Luisito Comunica, que cualquier noticiario en medios tradicionales.