Opinión

A Nahle le va a explotar una bomba en las manos.

Por Artillero / Moisés Hernández Yoldi

Sergio Gutierrez está en el círculo de espera y con el bat al hombro.


 

Es el candidato alternativo, incluso de un sector de la clase empresarial, que en esta ocasión estaría dispuesta a apostar por dos candidatos: el azul y el moreno.

La presión que existe al interior de la junta de gobierno de Pemex y de la propia SHCP, es cada vez mayor y está a punto de reventar.

Los sobre costos y la opacidad en la adjudicación de contratos en Dos Bocas, está afectado la cuenta pública, así lo reconoció en días pasados el propio Rogelio Ramírez de la O.

El plan B del presidente es Sergio Gutiérrez Luna, quien con el aval y respaldo de Adán Augusto López, camina, dialoga, acuerda y avanza.

Algunos empresarios se han dado cuenta que sería un error apostar solo por un candidato, en un acto de sensatez, reconocen que Morena tiene amplias posibilidades de repetir, y varios de ellos se han sentado con Gutiérrez Luna, lo han escuchado y no lo ven con malos ojos.

El oriundo de Minatitlán ha aprovechado la coyuntura y logró escalar hasta la presidencia de la Cámara, es un tipo formado en la vieja escuela priista, le sabe al diálogo y a la negociación, y por inverosímil que parezca, está ante la gran oportunidad política de su vida.

Un grupo de industriales muy poderosos apostarán al “gallo azul”, pero también al guinda.

Veracruz no puede seguir en este encono y división, y de llegar Nahle, que forma parte del grupo de los radicales (Sheinbaum), las cosas seguirían igual o peor.

Dicen que de los males el menor.