Fuertes críticas por parte de la oposición ha generado la visita del presidente de Cuba a México.
Llama la atención el enojo exacerbado ante el encuentro de dos jefes de estado, como si este fuera un hecho aislado e inédito en la relación histórica de ambas naciones.
Resulta lamentable que habiendo tantos puntos para criticar a este gobierno, la oposición vuelva a equivocarse de agenda, al elegir un tema que solo los exhibe como ignorantes e intolerantes.
México y Cuba han mantenido una relación de amistad, respeto y cooperación histórica, incluso en los momentos más álgidos y polémicos del régimen castrista.
Durante la guerra fría, Estados Unidos ejerció una gran presión para que el gobierno mexicano rompiera relaciones con Cuba, cosa que nunca ocurrió.
Los gobiernos del régimen priísta, encabezados por López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverria y López Portillo, mantuvieron una postura firme y soberana, y no cedieron ante las presiones de Washington.
En época más reciente, los presidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, también sostuvieron encuentros con el régimen cubano. El propio Enrique Peña visitó la isla para reunirse con Fidel Castro.
Las reuniones entre jefes de estado, son parte de la actividad diplomática y de ninguna manera significa que se otorgue un aval.
A lo largo de su historia, México se ha caracterizado por mantener una relación de diálogo y respeto con otras naciones, este gobierno no tendría porque ser la excepción.
