Primero fue el agua, ahora el petróleo: damnificados tras derrame al norte de Veracruz

Imagen Primero fue el agua, ahora el petróleo: damnificados tras derrame al norte de Veracruz

En comunidades de Álamo Temapache,  familias que perdieron sus casas por las lluvias tras el desborde del Río Pantepec ahora viven entre el olor del petróleo y el agua contaminada, tras el derrame de hidrocarburo en el oleoducto Poza Rica–Madero en ese afluente. 

Primero nos afectó el agua, mira cómo nos dejó la casa, todo abajo. Ahora estamos bajo un árbol porque ya no tenemos casa”, dice Eva Francisco Hernández, vecina de la localidad de Cabella.

A unos metros, el suelo aún está húmedo por las lluvias recientes y cubierto con manchas oscuras de crudo.

El agua se contaminó toda, hasta los pozos. No puedo cocinar aquí, el olor es muy fuerte. No podemos hacer lumbre porque está muy cerca del derrame”, explica. 

En la misma zona, José Salvador Flores, dice que el río que usaban para bañarse, lavar y regar la milpa quedó inservible:  “ahora huele tan fuerte que da dolor de cabeza y ganas de vomitar”.

Nosotros tomábamos de ahí el agua, ahora todo está perdido, los manantiales se echaron a perder. Dormimos sobre hojas de plátano y un pedazo de colchoneta.

Asegura que el derrame comenzó hace seis días y que las familias afectadas no han recibido información precisa sobre los riesgos. “Ojalá que las autoridades vengan a ver lo que estamos viviendo.

Para Rosalino Bonilla Rivera, de oficio campesino, la preocupación mayor es por su hija pequeña: “Tengo una bebé de tres años y no sé qué consecuencias pueda traer esto para mi familia. El olor es muy fuerte y el agua está contaminada.” 

Explica que el arroyo que antes abastecía a las casas “ya no sirve ni para lavar ni para cocinar”. “No ha venido nadie a decirnos si es peligroso o si podemos hacer una fogata. No nos han dicho nada.” 

 

Fuente y foto: AVC

Editor: Javier Domínguez
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