Luis Estrada y Alfonso Herrera se reencuentran en 'Las muertas', el debut televisivo del director mexicano, quien adapta la novela de Jorge Ibargüengoitia como una forma de contar historias que le importan y de rechazar la autocensura.
"Yo puse dos condiciones: pedí libertad e independencia para hacer mi punto de vista del guion, y pedí hacer una serie autoral. Yo quería dirigirlo todo, porque el gran reto de 'Las muertas' es el tono", dijo Estrada durante una sesión de preguntas y respuestas en las oficinas de Netflix en Los Ángeles.
Estrada nunca se imaginó que en su carrera haría una serie de televisión: "Para mí el cine era arte y la televisión era un electrodoméstico", contó el director de 'El infierno', quien el próximo 10 de septiembre debutará en la pantalla chica a través de la plataforma de streaming.
Sin embargo, la posibilidad de adaptar uno de sus libros favoritos, con el que soñaba trabajar desde los 15 años, lo llevó a aceptar el reto de hacer "una película de siete horas dividida en seis (capítulos)".
La serie sigue la historia de las hermanas Arcángela y Serafina Baladro, dos proxenetas que, gracias a su red de burdeles y negocios corruptos, construyeron un imperio criminal que incluía trata de mujeres y corrupción política.
Aunque ficcionada, 'Las muertas' está inspirada en Las Poquianchis, unas infames asesinas seriales mexicanas que operaron en los años 60 y fueron responsables de la desaparición, explotación y asesinato de decenas de mujeres jóvenes.
En la producción, Herrera da vida a Simón Corona, un panadero que se involucra románticamente con Serafina, siendo este el tercer proyecto que el exintegrante del grupo RBD lleva realiza junto a Estrada.
"Me habló mi agente y me dijo: 'Hay un proyecto para ti en EEUU', y yo le dije: 'No, me voy a quedar en México y voy a hacer 'Las muertas' con él (Estrada), porque él fue leal conmigo y yo soy leal con él. Creo que no hay actor en México que se quiera perder trabajar con él", aseguró Herrera.
El protagonista de 'Sense8' recordó en la charla su primera audición frente al director de 'La ley de Herodes' cuando fue convocado para 'La dictadura perfecta'. En esa ocasión Estrada le propuso suplir a un actor.
"Le dije: 'Ser un plato de segunda mesa en una de tus películas será un honor", recuerda Herrera, quien atribuye al cineasta haberle "abierto" y "cambiado" la carrera gracias a esa oportunidad que terminó siendo suya.
Estrada, cuyo trabajo se ha caracterizado por una visión crítica de la realidad social y política de México, continúa esa línea en 'Las muertas', asumiéndolo como una manera de evitar la autocensura en tiempos de miedo.
"Lo único peor que la censura es la autocensura y no hay nada que genere más autocensura que el miedo", dijo Estrada, quien evitó hacer comentarios severos sobre el gobierno actual de EE.UU.
"No se trata solo de hacer declaraciones incendiarias o películas políticas; creo que se trata de decir 'a mí me interesa hablar de X, Y y Z', y que es una responsabilidad hacerlo con independencia y libertad", añadió