El Carnaval de Veracruz, una de las festividades más emblemáticas y arraigadas en la cultura jarocha, ha ido evolucionando con el tiempo. Sin embargo, exreinas coinciden en que algunas tradiciones y detalles que le daban ese glamour, solemnidad y carácter familiar, se han ido perdiendo.
Entrevistada en Periodismo de Análisis de XEU, Carmelina Priego, reina en 1985, propone que se retomen las coronaciones separadas, con días específicos para reyes infantiles, reinas y reyes adultos, y que vuelvan los protocolos tradicionales, como la participación del gobernador o presidente municipal en la coronación y la entrega de la corona en un acto solemne.
Carmelina recuerda que en su tiempo se elegían vestidos con mucho cuidado, con colores específicos y confeccionados por modistos locales, y que estos detalles aportaban al glamour del evento. Ella sugiere que se vuelva a valorar esa estética y ese protocolo para devolverle al carnaval su carácter majestuoso.
Otra tradición que se ha ido perdiendo es el desfile acuático y los desfiles en la calle, que en el pasado llenaban de color y alegría las calles de Veracruz.
Kikis López Carballo, reina en 1972, propone que se retomen los desfiles temáticos en el Malecón, con carros alegóricos elaborados y vestuarios diseñados por artistas locales, y que se vuelvan a realizar los desfiles en las fechas originales, con la participación de la comunidad y las familias.
Carmelina como Anilú Álvarez, reina en 1996, resaltan la importancia de que la labor social vuelva a ser parte fundamental del carnaval. Visitar asilos, casas hogares y comunidades vulnerables, y que los reyes y reinas participen en actividades que beneficien a la comunidad, fortalecen el sentido de pertenencia y el espíritu solidario del carnaval.
Las exreinas también indicaron que las tradiciones familiares, como los bailes en clubes sociales, las convivencias en las calles después de los desfiles y las cenas en pizzerías tradicionales, deben volver para que el carnaval siga siendo una fiesta familiar y popular.
Por su parte, Ivonne Moreno, promotora cultural, enfatiza que el carnaval debe respetar su origen religioso y su calendario tradicional, celebrándose 40 días antes de la Cuaresma
Ella señala que las fechas y las tradiciones están relacionadas con la historia y la cultura, y que cambiar esas fechas sin fundamento histórico diluye el significado de la fiesta.