Alejandra Yáñez Rubio, integrante del movimiento "Conciencia y Derechos Humanos", fundado en Veracruz en 2017, expresó su rechazo a lo que califica como la imposición de una política estatal pro-aborto. En declaraciones recientes, criticó la despenalización del aborto en la entidad, asegurando que responde a intereses económicos más que a una preocupación genuina por los derechos de las mujeres.
“El verdadero derecho es tener opciones”, afirmó Yáñez Rubio, quien promueve, junto con otras organizaciones provida como Todo por tu Familia, una propuesta alternativa que contempla programas de apoyo para mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad. “No puedes hablar de un derecho a decidir cuando no hay oportunidades económicas ni apoyo real. El Estado ha fallado”, declaró.
La activista aseguró que tras la reforma del 20 de julio de 2021 —cuando Veracruz despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación—, se ha incentivado la apertura de clínicas privadas que, en su opinión, lucran con la vida humana. "Es un negocio disfrazado de derecho", denunció. También expresó preocupación por una posible comercialización de tejidos y órganos fetales, lo que describió como un riesgo ético y sanitario grave.
“Nos preocupa que se esté promoviendo una cultura de muerte con cada vez más agresividad. Por eso también estamos enfocándonos en impulsar legisladores que realmente representen la defensa de la vida y los derechos humanos desde la concepción”, añadió.
Alejandra Yáñez Rubio, activista provida y vocera del movimiento Conciencia y Derechos Humanos, criticó duramente las propuestas que se discuten en el Congreso para legalizar el aborto, impulsadas por legisladores de Morena y Movimiento Ciudadano.
“Legalizar la muerte con dolor es tortura”, advirtió, al referirse a lo que considera un enfoque deshumanizante de los derechos de los pacientes terminales.
Para Yáñez Rubio, permitir que médicos participen en actos para terminar con la vida de una persona representa una grave desviación del deber de cuidar y preservar la vida.
“Ese es el problema cuando los ministros o legisladores juegan a ser médicos: hacen tonterías. No se puede legislar la muerte como si fuera un acto de compasión”, señaló la activista.
Organizaciones provida han alertado sobre el avance de iniciativas que, según dicen, normalizan el “abandono disfrazado de empatía” y denuncian que no se están impulsando políticas públicas reales para fortalecer los cuidados paliativos, la atención integral y el acompañamiento humano en los momentos más difíciles de la vida.
El movimiento provida busca posicionar su agenda en el próximo ciclo electoral, ante lo que considera una ola de reformas impuestas sin suficiente consulta social ni alternativas reales para las mujeres. En contraste, organizaciones feministas y defensoras de los derechos sexuales y reproductivos han celebrado la despenalización como un avance histórico en materia de libertades y salud pública.