El calor y las altas temperaturas que hacen en el puerto de Veracruz, no son impedimento para que Joel Cruz Antonio llegue cada día con una sonrisa de oreja a oreja a trabajar en la obra de rehabilitación del Centro Histórico.
Desde hace 10 años es trabajador de la construcción, un oficio que le ha dejado muchos aprendizajes, asegura.
“Es agradable, aunque tiene sus momentos difíciles, tiene sus momentos de presión, pero también tiene su lado bueno, en este trabajo lo bueno que estás aquí con compañeros (…) el trabajo lo que me ha dado es aprender”, dice.
Él al igual que otros 30 empleados, están terminando los trabajos de rehabilitación de la avenida Independencia de la zona centro de Veracruz, pero este sábado se dieron un tiempo para celebrar el Día del Albañil con una bendición para ellos y su familia.
El albañil asegura que, aunque este oficio tiene su lado bueno, también tiene sus retos cuando escasean las obras.
“Cuando se escasea el trabajo, hay que buscarle de cualquier cosa, a veces el sueldo baja para los ayudantes y uno tienen que aceptarlo para llevar sustento a la casa, pero cuando el trabajo sube, pues se siente más aliviado”.
Joel Cruz asegura que el oficio de albañil es incierto, pues cuando hay escasez tienen que buscar otros empleos o fuera de casa, lo que implica dejar a la familia por algunos meses.
“Si no eres lavador de autos, tienes que buscar de pintor o tienes que salir de aquí de Veracruz”.
A pesar de todo el esfuerzo, asegura que él y sus demás compañeros se encuentran contentos de estar en este oficio.
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