En los 39 años que Lorenzo Ramón Gutiérrez lleva de trabajar como sepulturero en el Cementerio Municipal de Veracruz, solo hubo 2 eventos que lo marcaron: la vez que vio un cuerpo putrefacto y aquella donde llegaron 18 cadáveres para sepultar.
En la primera, el hombre de 72 años, no pudo probar bocado en varios días y en la segunda vivió desde otra perspectiva, la crueldad que dejó el crimen organizado en Veracruz y que hasta la fecha lo sigue marcando.
“La época en la que han traído más fue una vez que trajeron 18, tiene muchos años. Cuando hubo la mortandad de los voladores de Papantla, cuando aparecieron esos. Fue una vez de una pierna, una que sacamos y tenía todo, una pierna completa”, contó.
El adulto mayor es el trabajador con más antigüedad en el Cementerio Municipal de Veracruz. Incluso, aseguró que él le tocó la época en la que los restos que estaban en el antiguo cementerio, donde ahora es el parque Reino Mágico, fueron trasladados al nuevo panteón.
“Aquí anteriormente, cuando sacaron los muertecitos de Reino Mágico, fui velador. Ahí nos quedábamos a cuidar los difuntos. Estaba la bodega llena y todo arriba, lo que es el techo de la casa de las oficinas, todo estaba lleno de puros cadáveres, había 10 mil bolsas de difuntos”, dijo.
Pese a todos esos años e historia aseveró que nunca ha presenciado ningún hecho paranormal.
“Yo nunca he visto nada, dicen que esas personas lo ven porque tienen mente débil y yo no, he estado cuarenta y tantos años”, puntualizó.