Antonia Bautista Pérez, trabajadora del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), acusó que fue degradada profesionalmente al pasar de ser promotora cultura a "custodio".
En entrevista explicó que desde hace 30 años ha servido al Instituto y desde hace 12 años había sido designada para diversas actividades en el Centro Veracruzano de las Artes Hugo Argüelles.
Sin embargo, el pasado 27 de abril se presentó al recinto la directora Silvia Alejandre Pradole para informarle que la iban a cambiar de espacio.
El 23 de mayo le notificó de palabra que la mandaría a la Fototeca "Juan Malpica Mimendi", pero lo que no le pareció es que la hayan nombrado como "custodio", pese al currículum, trayectoria y estado físico en el que se encuentra.
"No es que yo diga que los custodios no valgan, pero para mí es degradarme; ella habló muy bien de mí" cuando conversaron pero en los hechos las modificaciones no van acorde a la capacidad intelectual que tiene.
Desde que se hizo el cambio, Antonia Bautista Pérez, solo se le ha asignado una silla en la entrada, usa bastón y no tiene la fuerza física para ejercer el trabajo que se le asignó.
Recientemente le dijeron que es "auxiliar de sala" que en realidad termina siendo lo mismo; le cambiaron el horario para trabajar de martes a sábado; y gana 9 mil pesos mensuales.
A estas alturas todavía no conoce cuáles son sus funciones, quiso entregar un oficio formal para solicitar información pero no se lo quisieron recibir lo que provocó afectaciones a su estado de salud.
Ella laboró durante 18 años en la Universidad Nacional Autónoma de México; fue una de las fundadoras de la Escuela Libre de Músca del IVEC; atendía un grupo llamado "Coro voces del mar"; y estaba concluyendo un acervo bibliográfico de más de 480 libros.
