Este fin de semana se confirmó el primer casos en humanos de miasis a causa del gusano barrenador en México, lo que prendió las alertas sanitarias, ya que es la primera vez que se detecta este padecimiento en una persona.
Sin embargo, el gusano barrenador se ha conocido por años ya que principalmente afecta al ganado y otros animales silvestres, pero esta es la primera vez que se conoce un caso en humanos.
Se trata de un insecto, que es la larva de una mosca, la cual deposita sus huevos en heridas abiertas de animales como vacas, caballos y otras especies de corral y silvestres.
Estas larvas se puede identificar por un colmillo o gancho filoso que tienen en la zona de la boca, y los anillos en forma de espiral, que le dan apariencia de tornillo (lo que le da su nombre)
Al momento de eclosionar, las larvas utilizan este gancho para morder y perforar la carne, incrustándose más en la carne, provocando que la herida no cicatrice, lo que a su vez atrae más moscas que colocan más huevos.
Estas larvas continúan comiendo tejido hasta que llegan al momento de pasar a la fase de pupa, por lo que salen de la herida y caen al suelo, donde continúa su desarrollo.
Si una persona presenta una herida abierta con gusanos o larvas, se debe observar si los gusanos tienen forma de tornillo y un gancho en el frente. En dado caso, se confirmaría la presencia del gusano barrenador.
La presencia de este insecto en las personas provoca una infección severa, la cual se manifiesta con afectaciones gastrointestinales, síntomas similares a un resfriado fuerte, así como comezón, manchas o ronchas en la piel.
Son las personas con baja sensibilidad, como adultos mayores o diabéticos, quienes tienen más riesgo de tener esta infestación, ya que pueden tener heridas abiertas sin darse cuenta.
mb