Alertan por peligros de la ideología 'incel' tras ataque y asesinato al interior del CCH

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Por: Marcelo Bermúdez

A dos días del asesinato de un estudiante en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM, alumnos y expertos han encendido las alertas sobre la presencia de jóvenes ligados a la ideología incel dentro de la institución. El agresor, identificado como Lex Ashton N., de 19 años, dejó evidencia en redes sociales de su odio hacia las mujeres y su intención de cometer un ataque.

El lunes pasado, Ashton apuñaló y asesinó a Jesús Israel, de 16 años, dentro del plantel, e hirió a su pareja y a un trabajador de la escuela. Días antes del crimen, el agresor publicó un mensaje en un grupo cerrado de Facebook llamado Farmacia Curincels, espacio frecuentado por autodenominados incels. En el mensaje, Ashton expresaba frustración por no tener relaciones afectivas, odio hacia mujeres y hombres populares y advertía: “No pienso irme solo, todos lo van a ver en las noticias”.

¿Qué es la ideología incel?

La subcultura incel agrupa, principalmente en foros digitales, a hombres jóvenes que se describen como rechazados sexual y afectivamente. Lejos de ser un grupo de autoayuda, promueven ideas profundamente misóginas y culpan a las mujeres —a quienes llaman despectivamente foids— de sus frustraciones, alimentando discursos de odio y, en casos extremos, llamados a la violencia.

Especialistas advierten que esta ideología es una forma de extremismo basado en género, y algunos estudios ya la consideran equiparable a terrorismo misógino, por su intención de causar daño como forma de venganza.

Incels en el CCH Sur

Estudiantes del CCH Sur afirmaron que, aunque la existencia de los incels ya era conocida dentro del plantel, el ataque evidenció la falta de atención institucional al problema. En entrevista con medios nacionales, algunos alumnos relataron haber tenido compañeros con actitudes misóginas y extremistas.

“Tuve un compañero que decía cosas misóginas, nazis… era un asco. Me ha tocado conocer varias personas con ese tipo de tendencias”, dijo uno de ellos.

Tras el crimen, estudiantes, docentes y especialistas han exigido que la UNAM y las autoridades educativas refuercen los protocolos de seguridad y atención psicológica, y desarrollen estrategias para detectar a tiempo discursos de odio y conductas de riesgo en las aulas y en redes sociales.

Aunque las publicaciones de Lex Ashton fueron eliminadas, capturas de pantalla documentaron su actividad en espacios digitales donde se fomenta la violencia contra mujeres. El caso ha revelado cómo la radicalización en línea puede traducirse en actos violentos en la vida real.

Fuente: Milenio

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