Fernandito, un niño de cinco años de edad, fue hallado sin vida y en avanzado estado de descomposición tras haber sido presuntamente sustraído del cuidado de su madre, Marcelina, por una deuda de mil pesos que ella no pudo pagar. El caso ha generado profunda indignación, luego de que se conociera que la mujer pidió ayuda en diversas instituciones, sin obtener respuesta.
De acuerdo con la abogada de la familia, Fabiola Villa, el menor fue arrebatado con violencia el pasado 28 de julio por una mujer identificada como Liliana N., acompañada de su madre Ana Lilia N., quienes habrían agredido a Marcelina en su propio domicilio. Según relató la defensora, Fernandito se colocó detrás de su madre al ver que intentaba salir de casa, momento en el que fue jalado por las agresoras.
Pese a la denuncia de la madre, quien presenta una discapacidad del habla, las autoridades locales no actuaron de inmediato. Marcelina acudió al DIF municipal y a las fiscalías regionales de La Paz y Nezahualcóyotl, pero su caso no fue atendido sino hasta que fue canalizado a Ciudad Mujeres, una unidad de atención integral para mujeres.
Gracias a esa intervención, el pasado 4 de agosto agentes acudieron al domicilio de los presuntos responsables, ubicado en Ejidos El Pino. En el sitio, las autoridades percibieron un fuerte olor y al ingresar encontraron el cuerpo sin vida del menor, en estado de descomposición.
De acuerdo con los primeros reportes forenses, Fernandito habría sido asesinado dos días después de haber sido llevado. Presentaba múltiples signos de maltrato físico y, según la abogada Villa, incluso se habría utilizado un objeto similar a un martillo, presuntamente para evitar su identificación.
“Fue un acto de mucha saña por parte de esas personas”, denunció.
Vecinos de la zona reconocieron que sabían del maltrato, pero no intervinieron. “Ni siquiera le daban de comer o beber. Lo tenían sin alimento, maltratado”, dijo la representante legal de la madre.
Los presuntos responsables —Carlos N., Ana Lilia N. y Liliana N.— se encuentran detenidos en el penal Neza-Bordo, en espera de que este viernes se determine su situación jurídica.
“Él era un niño cariñoso, no tenía la culpa de nada de lo que pasó”, dijo la madre del menor.
Fuente: Excelsior
