¿Cuáles serían las cosas que tenemos que evitar para no tener tropezones siendo jóvenes, adultos o adultos mayores?
Pues rápidamente saltaron a mi mente el tener una educación no apropiada para nuestros talentos y para las necesidades de las empresas , universidades y organizaciones. También el haber hecho una mala inversión. Debemos también en hacer lo posible para evitar tomar malas decisiones en mi trabajo, en mi vida familiar, en mi salud, física, mental y emocional. El abandono de mis responsabilidades y mis hábitos de comportamiento.
Eso evitaría el maltrato que sufren las personas adultas mayores, se evitaría tener las caídas físicas, mentales y emocionales de las personas adultas mayores, así como las perdida del cariño de mi pareja, de mis hijos, nietos y amigos. Sin olvidar aplicar este buen consejo: Yo te he cuidado y ahora tú me cuidas.
De esa manera podemos evitar lo que claramente se nos dice en el Tango-Poesía, Yira, Yira, de 1931, con música de Enrique Santos Discepolo
Cuando la suerte qu'es grela (Porquería en nuestro idiona), Fayando y fayando (Fallando), te largue parao (inmovil), Cuando estés bien en la vida, Sin rumbo, desesperao ... Cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer secándose al sol.. La indiferencia del mundo. Que es sordo y es mudo. Recién sentirás. Veras que todo es mentira, veras que nada es amor, Que al mundo nada (Importas), pues aunque te quiebre la vida aunque te muerda un dolor, No esperes nunca una ayuda,
(Peero no olvidemos que) Cuando estén secas las pilas de todos los timbres Que vos apretas, buscando un pecho fratern para morir abrazao... Quando te dejen tirao, Después de cinchar, Lo mismo que a mi... Cuando manyés (veas) que a tu lado. Se prueban la ropa que vas a dejar Te acordaras de este otario que un dia, cansado, se puso a ladrar.
Así que Yira ... yira ... Gira (para evitar todo lo anterior).
Al igual que en mis mensajes anteriores para evitar este Yira, Yira, debemos de fortalecer nuestros hábitos de comportamiento: El respeto a nosotros, a mi pareja, a mis hijos, a mis nietos, a mis amigos, a los vecinos, a nuestra comunidad y a nuestro medio ambiente.
Pero podemos usar la estrategia que nos recomienda Enrique Bunbury - en su tango: Cosas Olvidadas pues:
Después de mucho, mucho tiempo, recién ahora vuelvo a hablarte, qué sensación al escucharte, parece que fuera ayer, ya ves que estoy mucho más viejo, y vos igual aquellos días, que tanto, tanto, me querías, (Pero) Ya nada queda, todo se fue son cosas olvidadas, esos viejos amores, y al evocar tiempos mejores, se va nublando nuestra mirada. Son cosas olvidadas, que vuelven desteñidas, y en la soledad de nuestra vida abren herida al corazón
Hay en tu voz un dejo triste, de penas y melancolía,
Y a su conjuro el alma mía se esfuerza… (Para estar en armonía contigo)