Opinión

Siete mensajes

Por Ramón de la Peña


 

"¿Has querido a tu padre y a tu madre?, ¿has dicho es, cuando es y no es, cuando no es?, ¿has dado y olvidado en grande?, ¿no has derramado la sangre de tu prójimo?, ¿no has quitado lo suyo al prójimo?, ¿no te has acercado con intención impura a la mujer de tu prójimo?, ¿no has hecho llorar a nadie, no has puesto miedo en nadie, no has causado sufrimiento a nadie? Entonces, miradlo con benevolencia, grandes dioses"

"Oiga, inge, usted que ha coleccionado frases y mensajes de muchas personas, ¿cuáles le han gustado más?", me preguntó un ex alumno radicado en la Ciudad de México. Muchos, le respondí, pero si tuviera que seleccionar siete, anotaría los siguientes: Primero, la serie de preguntas y respuestas que puse al principio y que si trabajamos en la respuesta positiva de ellas sin duda los dioses nos tratarán con benevolencia, respeto y cariño. A mí me pareció un excelente mensaje para reflexionar sobre el sentido que le debemos dar a nuestra vida y a la relación con los demás, sobre todo, con los más cercanos a nosotros.

Segundo, un mensaje en el que se resalta lo esencial en la vida de las personas: "Lo más importante de un samurái no es su arma, sino su sabiduría y su honor". Así, lo más importante de las personas no es su dinero, su fama, su puesto; lo más importante es lo que sabe, lo que sabe hacer con lo que sabe y su honorabilidad. Sus hondas raíces que lo mantienen firme por un lado y sus alas fuertes de sabiduría para poder alcanzar las alturas. Y si a esto le añade entusiasmo, empuje, constancia, creatividad y espíritu emprendedor, cuánto mejor.

Tercero, un mensaje que refleja la filosofía de la calidad y de la esencia de nuestra relación con los demás: "Los clientes pueden perdonar los errores, pero no los malos modos; los clientes mal tratados lo comentarán por todos lados y buscarán otro proveedor sin pensarlo dos veces". Los amigos, los colaboradores, nuestra familia pueden perdonar los errores, pero nunca los malos modos.

Cuarto, otro mensaje que refleja la actitud que debemos tener para enfrentar los problemas: "Nunca luches contra los fantasmas del miedo, ellos harán que todos los problemas parezcan agolparse para vencerte y doblegarte; cuando estos fantasmas te ataquen, no les hagas caso, sigue adelante enfrentándote a los problemas uno a uno". Dicen los que saben que los animales huelen el miedo de las personas y son a quienes atacan.

Quinto, un excelente mensaje que todos debemos recordar y estar atentos a lo que recomienda: "Ten mucho cuidado con los ladrones de sueños; algunos dirán que son tus amigos, que quieren el bien para ti y que no quieren que sufras, por eso intentarán detenerte en todos los proyectos que hagas, para evitar que fracases y te hagas daño". Cuídese de los que dicen no se puede, esto ya se hizo antes y no funcionó, de seguro fracasaremos, de seguro saldrá muy caro; para qué cambiamos, si todo va bien, nunca se ha hecho así. Muchas veces la principal barrera para el cambio somos nosotros mismos.

Sexto, dos mensajes que si los líderes de algunos países lo hubiesen aplicado en su tiempo, otros resultados tendríamos: "No hay camino para la paz, la paz es el camino y la violencia es el último recurso de la incompetencia". Estos mensajes vienen a mi mente cuando leo acerca de los problemas entre Israel y Palestina, lo que está ocurriendo en Irak, y en cuanto conflicto armado existió, existe y me imagino que existirá en el mundo.

Séptimo, dos mensajes relacionados con el impacto y efecto corruptivo del dinero: "Por lo general un hombre es más cuidadoso con su dinero que con sus principios"; y parte de una de las poesías de Víctor Hugo: "Te deseo además que tengas dinero, porque es necesario ser práctica, y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: 'Esto es mío'; sólo para que quede claro quién es dueño de quién". Cuídese del efecto corruptivo del dinero, de la fama, del sexo y de los cantos de la sirena.