Opinión

Logremos niños inteligentes con alimentación y ejercicio

Por Pedro Octavio Reyes Enríquez

Mejoremos su capacidad de aprender


Le pregunté al pediatra, ¿recomendaría una rutina de ejercicio para mis hijas? Sonriendo, me dijo: pero ellas no paran, no dejan de moverse, ni aunque estén enfermas se están quietas. Un niño sano todo el día está moviendo su cuerpo, pero si quiere, métalas a natación, a clases de jazz, ballet, o algún deporte. Les hará bien, pero que lo hagan para que se distraigan, como un pasatiempo, no como una obligación, fueron sus palabras.

Lo anterior ocurrió hace casi 20 años; en aquel entonces, no se hablaba de obesidad infantil, pero hoy es una realidad distinta: México ocupa el primer lugar a nivel mundial en este preocupante índice. Sucede que vivimos en un país donde casi la mitad de los niños de 6 meses a 2 años no consumen ni frutas ni verduras, una situación crítica.

Recuerdo que antes no existían alimentos procesados para bebés; las mamás les preparaban papilla de hígado, mollejas de pollo, chícharos, plátano, manzana, arroz, avena, puré de zanahoria y/o papa, entre otros alimentos. Sin embargo, hoy en día se les ofrecen alimentos procesados, disponibles en los supermercados, y realmente no sabemos qué están consumiendo los niños. La PROFECO señala que la lata de atún contiene una gran cantidad de soya, aunque se vende como atún; o las leches que se anuncian como tales, pero al leer detenidamente la etiqueta, resulta que contienen grasa vegetal.

El problema de la obesidad infantil afecta a todos los sectores sociales de nuestro país y se observa en todas las regiones. Esto se debe a que nuestra forma tradicional de alimentación se ha visto alterada por el consumo excesivo de grasas, carbohidratos y azúcares, así como por la escasa ingesta de verduras. Gran parte de lo que se les proporciona a los niños es completamente industrializado o contiene elementos sintéticos cuyos efectos en el organismo aún no se conocen.

Hoy en día, tenemos a los niños sumidos en las pantallas; ya no pueden salir a la calle a correr. Antes, la gente se quejaba de que los niños y jóvenes ocupaban las calles como si fueran campos deportivos. Ahora, están pegados a sus dispositivos sin moverse demasiado, y a muchos ya ni les interesa hacer actividad física.

El cuerpo humano debe moverse desde la primera infancia; no deberíamos comenzar a hacer ejercicio a los 15, 30, 40 o 70 años. Si bien no existe una edad específica para comenzar, cualquier momento es adecuado para hacerlo. Sin embargo, iniciar desde una edad temprana es preferible. Lo ideal es comenzar entre los 5 y 7 años de edad, cuando ya se ha desarrollado la madurez emocional para afrontar la disciplina y la exigencia del entrenamiento, además de tener la capacidad de comprender las instrucciones y concentrarse en los detalles.

Está demostrado que la actividad física desarrolla más la inteligencia de los niños. Los medios de comunicación han generado el estereotipo de la persona atlética, fortachona y tonta, pero esto no es cierto. Por el contrario, el ejercicio mejora la capacidad de aprendizaje al proporcionar más

oxígeno y nutrientes al cerebro, mejorar la comunicación neuronal y estimular la generación de neuronas.

Además, la actividad física sistemática mejora la capacidad de concentración, la memoria, la creatividad y la habilidad de resolución de problemas, al tiempo que reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.

El ejercicio, combinado con una buena alimentación, mejora la salud y la inteligencia del niño. México necesita contar con personas con mayor capacidad intelectual y mejor salud, con ánimos de trabajar y luchar. Sin embargo, en la actualidad, debido al tipo de comida y la falta de actividad física, según la ciencia, nos enfrentamos a niños menos inteligentes que sus padres, poco motivados y física y emocionalmente más frágiles.

Podemos lograr que nuestros niños tengan una mejor calidad de vida, un futuro mejor, una vida plena llena de posibilidades. ¡Necesitamos una niñez fuerte, vibrante e inteligente Correo del autor: pedrooctavioreyes@gmail.com

Más información en:

Beneficios de la actividad física para niños y adolescentes en el contexto escolar:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=s0864-21252020000200010&script=sci_arttext

Efectos de la actividad física sobre el funcionamiento cognitivo en niños:

https://revista-apunts.com/wp-content/uploads/2020/11/20-27-121-CAST.pdf

Relación entre actividad física y salud mental en niños: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4434004/