Opinión

Políticas económicas

Por Luis Pazos

No es raro que una política económica se implemente en nombre de los pobres y beneficie a los ricos.


Algunas políticas económicas se ponen en práctica con el objetivo de obtener beneficios pecuniarios o políticos a corto plazo para un grupo determinado a costa de perjudicar a otros a largo plazo.

Hay políticas económicas que mantienen en la pobreza a un gran número, pero benefician a pequeños grupos de grandes corporaciones, gremios o gobernantes. La descripción y estudio de cada política económica permite identificar a quiénes perjudican y a quiénes benefician, porque la mayoría de ellas tienen ganadores y perdedores.

No es raro que una política económica se implemente en nombre de los pobres y beneficie a los ricos. Se aplique con la finalidad de ampliar la libertad y la reduzca. Se apruebe para romper monopolios y los fortalezcan.

Las ideas tienen consecuencias, señaló Ludwig von Mises, uno de los pensadores más importantes del siglo XX en el campo de la filosofía económica.

Si a los jóvenes les enseñan en las escuelas que hay pobreza debido a la acumulación de capital en manos de unos pocos, cuando llegan a gobernantes le quitarán a esos pocos para repartirlo entre los pobres.

Si a los alumnos de economía les dicen que mediante un mayor gasto público se crearán más empleos y crecerá más el Producto Interno Bruto, cuando sean funcionarios buscarán gastar más para lograr empleos y crecimiento.

Si a un estudiante le explican que mediante el control de precios se evitan abusos y se mantienen bajos, si llegan a legisladores o funcionarios, propondrán un control de precios.

Son varios los factores que determinan las políticas económicas, pero uno de ellos son las ideas que traen consigo profesores, legisladores, funcionarios, secretarios de Estado, presidentes y formadores de opinión.