Opinión

Cuatro novelas de Oralia Méndez

Por Ivonne Moreno


“Cruce de Caminos. Historia y Destino”, novela de Oralia Méndez
He tenido la oportunidad de descubrir la narrativa de Oralia Méndez de forma paulatina y a la vez gozosa.
Oralia es una incasable compiladora de secretos, decires, verdades ocultas, misterios atrapados en casas y calles, ciudades cubiertas de la bruma del misticismo y amores vehementes tras causas prohibidas o lapidadas por el tiempo, en breve, Oralia es una mujer- juglar de nuestros días.
Con su discurso pausado y a veces rebelde, Oralia se ha cobijado en la narrativa para entregarse de muchas formas a la pasión por Veracruz y su lugar en Historia Nacional.
De diversas maneras se acerca a la divulgación de los discursos informativos y formativos en este terreno pues no olvidemos su perfil docente, en tal sentido marcha al compás del sonido del caracol, de tambores, de melodías habaneras y de sones destinados a cantar, bailar, describir a la entidad veracruzana en el cruce de caminos de la Conquista a la Reforma.
Sin soslayar las riquezas naturales y arquitectónicas, Oralia recorre la Isla de Sacrificios, San Juan de Ulúa, las Plazas de Armas del puerto, Córdoba, Jalapa, Orizaba pasando por los Puentes Reales y la Fortaleza de San Carlos, el río Papaloapan y los cafetales de su querido Hatusco, en las tramas de cuatro novelas sintetizadoras de nuestros ancestros a la República.
En senderos empinados, lacustres, de bosques y senderos agrestes Oralia nos pasea como serpiente de Fuego por los vericuetos y pasajes inolvidables de la Colonia, el fin de la Independencia y la Reforma Liberal.
Uno de los detalles sobresalientes de estas cuatro narraciones es el predominio de la voz femenina en cada uno de los relatos, en donde funde una o varias historias de amor y no solo carnal, sino amor a la patria, a la libertad y a la integridad de personas apegadas a sus ideales.
Las mujeres Xiucoatzin, Josefa Nelú, Rosa, Margarita Masa, la maestra dueña de una casa antigua, son quienes toman el hilo conductor y protagónico del volumen donde Oralia aborda sin temeridad al género histórico.
Damos la bienvenida a la perspectiva de investigadora de Oralia pero sobre todo a su espíritu intrépido por acercarnos a pasajes de la Historia, nuestra historia, tan humanos, como diría Terencio, el escritor latino y por ende no ajenos.