Beatriz tiene 7 años más que yo. Dice ser académica, periodista y escritora. Y ha estado casada con Andrés Manuel desde el 2006.
Cuando vi el título de su reciente libro y toda la parafernalia que se ha creado para su presentación en el Zócalo de la CDMX, no pude detenerme a querer saber más sobre el tema. Y es que a Beatriz se le ocurrió titular a su obra: Feminismo Oculto. Perdónenme dioses del Olimpo, pero ¡no puede ser! No, no puede.
Antes de empezar a escribir estas líneas tuve claro que lo menos que quiero, que esta entrega parezca es un ataque a Beatriz, no, no, no. Creo fielmente en la postura (real feminista) que una mujer no debe violentar a otra. Lo que sí, puede y debe es señalarle el camino.
Haciendo un escaneo del libro, me di con la sorpresa de que existe otro con el mismo nombre, del que es autora Rachel Wilson, solo que este, tiene un título más explicativo: Feminismo oculto: la historia secreta de la liberación de la mujer.
Beatriz por su parte, nos dice en su ensayo, que hace una reflexión, desde el yo el nosotros, el aquí y el ahora; y se aventura un poco más: dice conocer muy bien a las mujeres de México. Tengo que recalcar que de plano si te aventuras a decir esto último Beatriz, pues cómo es que las conoces, si realmente no pudimos palpar un trabajo significativo por ellas en los últimos 6 años. Y tuviste todas las oportunidades para hacer una trabajo realmente significativo. Se nos vendió al pueblo que por fin tendríamos una primera dama “letrada” que no sería un adorno junto al mandatario, pero no pasó. Y por favor, me detengo a señalar que estoy consciente de que no todo ha estado en tus manos. El hombre con el que te casaste es un ente complejo que está bien alejado de poder entender las dinámicas actuales y la evolución y lucha de género. Y entiendo también que es muy probable que tu núcleo pudo haber estado llenito de ejemplos normalizados que te han hecho creer que estás actuando correctamente. Lo que no entiendo y por ello me es importante decírtelo (ojalá me leyeras) que toda la información que has tenido, tiene que servir. No es doctorarte para tener un lindo diploma sellado y firmado por una máxima casa de estudios. Es, para llevarte a un nivel de pensamiento más saludable y encaminado al bien social.
Un pequeño ejemplo es el trato que en esta administración se la he dado a las madres buscadoras, o lo que ha pasado cada 8 de marzo con la marcha de mujeres tan señalada y manipulada. Y tengo bien claro que tú no eres Andrés Manuel y que por lo tanto no eres el presidente de nuestro país. Pero lo que si sería fantástico y yo te invitaría a reflexionar es a no caer en el juego de la manipulación. No seas un recurso más para la burla que nos han hecho a millones de mexicanos con el cuento de la transformación. Yo espero que tus programaciones tradicionales no te hayan dejando ver y que pronto alguien cercano, que no quiera aprovecharse de las circunstancias y seguir bailando la misma canción desde el 2018, te ayude a ser más consciente. Por último, el feminismo no puede ser oculto. El feminismo es una postura de avance a través de la obtención de la equidad. No tiene nada que ver con el odio, (ese es un argumento muy patriarcal que se propaga para no dejarlo avanzar) No hay que tener miedo del feminismo y menos a declararse abiertamente feminista. Escucho algunas mujeres que todavía no parten su cascarón, que no logran salir de la caja y que se declaran femeninas, no feministas, definitivamente les falta guía, entendimiento y lectura (de la buena). Yo soy una feminista que sigue aprendiendo y que se siente orgullosa de serlo. Seguramente me falta mucho por mejorar pero estoy en voluntad. Sueño con un mundo más equilibrado y con mejores oportunidades y respeto para mi género.