Opinión

El carnaval veracruzano en verano

Por Claudia Viveros Lorenzo

A alguien se le ocurrió mover las legendarias fechas del carnaval jarocho


Cuenta la leyenda que todo comenzó en años pandémicos. A alguien se le ocurrió mover las legendarias fechas del carnaval jarocho. El más alegre del mundo se autodenominado ya, desde hace 100 años.

Pero por desgracia, aunque intentan mantenerlo vivo, le está costando muchísimo trabajo respirar. Y es que, aunque en las oficinas de palacio municipal no se quiera reconocer, hay que hacer cambios importantes.

Sobre todo, administrativamente, actuar con coherencia. Ya sé que las fiestas reactivan la economía y que turísticamente, de estados vecinos nos llegan visitantes con ganas de desestresarse. Pero, actuemos con consciencia, queridos gobernantes, no hay que tomar decisiones con las tripas.

Mira que aguacero les cayó el domingo, el día mayor de la fiesta, que los llevó a suspender y “obviii” como dicen los chicos ahora, no era para menos, estamos en temporadas de lluvias, es veranos pues, que otra cosa podría pasar, las lluvias no están fuera de lugar, el que está fuera de fecha es el carnaval, pero fuera de eso, todo está hecho pelotas, eso de la coronación conjunta, ¿qué fue?, ¿era paquetazo? Todos en el mismo evento. Hágame usted el “carbón” favor, y perdone la expresión, pero no es para menos, cuando se es testigo de cómo se desbarata una tradición que nos distinguía a manos de gente que quiere todo menos conservar un aspecto tan tradicional y cultural de nuestra ciudad. No, no puede ser.

Nos traen a Ricky a cantar, y celebridades que no estuvieron mal, se agradece, pero… ¿ya vio los socavones que pululan por toda la ciudad? Si no sabe de qué le hablo puede darse una vuelta por la avenida Miguel Alemán, si lo que quiere es verlos en calle principal, o si prefiere, darse una vuelta por Jiménez Sur, y si hablamos de colonias, Lomas 4 siempre está a orden para darnos muestra de lo terrible de sus calles y ni que decir el que está en la avenida Córdoba y la calle Fernando Montes de Oca en la colonia Chapultepec, donde un taxi quedó atrapado.

Yo pienso que con lo que les pagaron a los artistas que vinieron a cantarle al pueblo, hubiesen podido componer muchas calles y avenidas (incluyo la mía) y la ciudadanía también se hubiese puesto muy feliz, o hasta más. Yuri dio lo mejor de sí, y como artista sabemos que es grandiosa, pero otra vez reina, ¿acaso no hay un montón de mujeres hermosas que podrían haberlo sido?, ¿por qué repetir? Y su carro alegórico, no sé, la misma historia que con la ex reina Yeri Mua, que a pesar de meterle tanto dinero, con tal de ganar la corona, le reciclaron, igual a la “güera”, su carro dejó bastante que desear.

Por cierto, ¿Quiénes fueron los reyes infantiles, el rey feo y la corte de princesas? Muy poco se habló de eso, porque esta vez no hubo ni papaquis, ni el proceso tradicional. Todo muy 4.0, lo malo es que al serlo, pues quiebran algo que fue tan bonito y que nos distinguía, dentro del territorio nacional. Ojalá para el próximo año haya mejores voluntades, en organizar, en investigar que es lo que quiere la gente, en hacer una logística realmente pensada. Ojalá.