El estudio “Aviturismo con Psitácidos en México” documentó que en el 2019 hubo 86,870 avituristas que observaron psitácidos (loros y guacamayas) que dejaron una derrama económica de $18,215,891 dólares o $336,993,983 pesos. La investigación fue realizada por Defenders of Wildlife de México, la Universidad Autónoma de BCS, la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia y Teyeliz A.C.
“El aviturismo de loros y guacamayas es la alternativa económica y sustentable que necesitaba México. Salir a observar loros en vida libre es redituable para las comunidades locales y funciona para la conservación de estas especies en peligro de extinción. Es una actividad en la que todos ganan” dijo Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
La actividad de salir al campo a observar loros y guacamayas silvestres ha crecido tanto, que hubo más avituristas de psitácidos en el 2019 que todos los avituristas de aves en general contabilizados en el 2006 (78,820). El aviturismo con psitácidos se realizó en nueve estados (Chiapas, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz) y se enfocó en la guacamaya roja, guacamaya verde y perico mexicano.
“En el sureste en Chiapas está la icónica Sima de las Cotorras que es visitada por miles de avituristas cada año para observar las parvadas de pericos mexicanos que ahí habitan. En Los Tuxtlas, Veracruz gracias a un proyecto de reintroducción de guacamaya roja ahora existe un nuevo polo de atracción para avituristas.
La presencia de los psitácidos en vida libre provee de muchas oportunidades a las comunidades rurales para obtener un beneficio económico, lamentablemente, aún siguen las viejas prácticas de captura y comercialización ilícita de estos hermosos ejemplares en gran parte del sureste mexicano y sus comunidades” dijo el Maestro en Ciencias Gilberto M. González Kuk de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia y CECFOR 4 CONAFOR El aviturismo con psitácidos es una actividad más rentable que la captura y venta, ya que la derrama económica del aviturismo fue 153 veces mayor que la captura ($118,762 USD) y se realizó en 3 veces más estados de aquellos en los que se autorizó la captura de psitácidos en el 2008, por lo que los ingresos se distribuyeron más ampliamente.
“La captura de loros y guacamayas se prohibió en el 2008 y ha quedado comprobado que salir a observar loros en vida libre es 153 veces más rentable que capturarlos y venderlos. México debe seguir el camino del uso no extractivo sustentable de psitácidos silvestres para el bien de estas especies y de las comunidades en dónde habitan. Observar loros en vida libre es lo de hoy y es más redituable que capturarlos” dijo María Elena Sánchez, presidenta de Teyeliz, A.C.
El aviturismo con psitácidos está creciendo y existen proyectos en todo el país. Los factores que han ayudado a esta actividad son el crecimiento del aviturismo en general en México, los cambios en la protección legal de los loros y guacamayas, el interés en estas especies por su situación de conservación y la posibilidad de convertir la actividad en una alternativa económica para las poblaciones rurales y a su vez utilizarlo como una herramienta de conservación.
“En el noroeste del país el aviturismo está ligado con la conservación de los psitácidos. Proyectos de conservación de la guacamaya verde son destinos para avituristas en Bahía de Banderas en Jalisco y Nayarit, así como en Cosalá, Sinaloa. En Chihuahua, impulsados por el avistamiento de la Cotorra Serrana, avituristas extranjeros cruzan la frontera hacia Madera y Janos. Las comunidades rurales apuestan por la alternativa de la conservación ante la captura ilegal de este emblemático grupo de aves” dijo el Maestro en Ciencias Emer García de la Puente de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Es necesario que la Secretaría de Turismo impulse el desarrollo del aviturismo de aves en todo el país para que siga creciendo. Así mismo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales debe regular y supervisar la actividad para que siga siendo sustentable y debe apoyar esta forma de aprovechamiento entre las Unidades para el Manejo y Conservación de Vida Silvestre. La PROFEPA debe detener la captura y venta ilegal de los psitácidos.