Graciela Elvira Leal es una mujer veracruzana que hace poco más de dos años fue diagnosticada con cáncer de mama y poco a poco ha ido saliendo avante de la enfermedad.
En entrevista, la originaria de Tierra Blanca, Veracruz, narra lo que vive una paciente cuando se enfrenta primero al diagnóstico y después al tratamiento que en promedio dura cinco años.
“Se viene el mundo abajo, se siente que no va uno a salir adelante, pero sí se puede; han sido años difíciles en donde mi vida cambió por completo, cosas que antes podía yo hacer, ahora se me dificultan”.
Indicó que en su caso siempre ha padecido de “bolitas” en el busto, algo que los médicos le dijeron que eran “hormonales” y que tenía que estar en revisión constante.
Después de padecer COVID-19 una de las “bolitas” comenzó a crecer considerablemente por lo que al realizarse estudios (mastografía, ultrasonido y biopsias).
“Cuando me dieron el diagnóstico el 13 de febrero del 2023 una de esas bolitas era cáncer, la otra fue una fibroadenoma (tumor benigno) y sigue en revisión y así me detectaron el cáncer”.
A partir de ahí entró en shock porque pensó en las peores consecuencias, pues a veces la palabra cáncer es relacionada con sufrimiento o muerte.
A sus 52 años de edad, con el apoyo de su familia ha podido transitar por el procedimiento que a veces genera reacciones adversas como cansancio, daños en las articulaciones, entre otros problemas de salud.
“Yo veía muy lejano que pudiera tener cáncer, año con año el 19 de octubre compartía en redes sociales y me ponía mi moñito, pero ya cuado lo estás viviendo es completamente diferente”.
Invitó a las mujeres y también a los hombres hacerse revisiones de rutina del cuerpo y cuando se detecte alguna anormalidad ir al médico y hacerse los estudios correspondientes para descartar cualquier enfermedad.
