Aunque el riesgo es bajo, especialistas en seguridad financiera advierten que sí es posible intentar el robo de información de tarjetas bancarias mediante tecnología RFID o NFC, utilizada en los plásticos de pago sin contacto, por lo que recomiendan a los usuarios tomar medidas preventivas.
Las tarjetas contactless transmiten datos por radiofrecuencia a corta distancia cuando se acercan a una terminal autorizada. En escenarios muy específicos, una persona con un lector especializado podría intentar captar información sin contacto físico directo; sin embargo, expertos aclaran que este tipo de fraude no es común ni sencillo de ejecutar.
De acuerdo con analistas, la distancia efectiva para una lectura es muy limitada —generalmente de apenas unos centímetros— y las tarjetas modernas no transmiten datos completos ni estáticos. Además, cada operación genera códigos dinámicos, lo que dificulta su clonación o el uso fraudulento de la información obtenida.
En el mejor de los casos para un delincuente, lo que podría captarse sería información parcial, como el tipo de tarjeta o la fecha de vencimiento, datos que no suelen ser suficientes para realizar cargos sin otros elementos adicionales.
Las autoridades financieras subrayan que la principal fuente de fraudes bancarios sigue siendo el phishing, las llamadas falsas, los correos engañosos y la clonación física, más que el escaneo RFID en espacios públicos.
No obstante, recomiendan a los usuarios adoptar medidas de prevención, como el uso de carteras con bloqueo RFID, la activación de alertas bancarias por movimientos, la revisión constante de estados de cuenta y, en caso de no utilizar pagos sin contacto, solicitar su desactivación al banco.
Especialistas coinciden en que mantenerse informado y adoptar hábitos de seguridad reduce significativamente cualquier riesgo, incluso en amenazas que, aunque poco frecuentes, pueden presentarse.