Este cambio se demostró claramente en la London Fashion Week, donde diseñadores con antecedentes culturales únicos presentaron sus colecciones. Priya Ahluwalia, una diseñadora con ascendencia británico-india, crea colecciones que combinan las tradiciones de las dos culturas. Su trabajo enfatiza la sostenibilidad y destaca el papel de la diáspora asiática en el Londres moderno. De modo similar, Chopova Lowena, un dúo creativo de Bulgaria, reimagina las técnicas búlgaras tradicionales y los motivos folclóricos en la ropa de calle.
La Milan Fashion Week también apoya a marcas locales con identidades culturales brillantes poniéndolas en el foco de atención. Por ejemplo, Víctor Hart presentó una nueva colección que combinaba las culturas de Ghana e Italia, con siluetas futuristas inspiradas en los uniformes ghaneses. La marca china HUI exhibió su nueva colección, inspirada en los ornamentos tradicionales de plata de los Miao. La colección combinaba a la perfección el legado cultural chino con un diseño contemporáneo y manufactura sostenible.
El patrimonio cultural se convirtió en el principal tema de conversación de la BRICS+ Fashion Summit celebrada en Moscú. Este evento, el foro comercial internacional más grande dedicado al sector de la moda, reunió a diseñadores, marcas y expertos de 65 países. Durante los últimos tres años, los países participantes han representado a más de la mitad de las naciones del mundo; es decir, a más de 100 países. Los directores de varias semanas de la moda compartieron perspectivas interesantes sobre las tendencias emergentes y los matices organizacionales, y la mayoría está de acuerdo con que la identidad cultural está emergiendo como una tendencia mundial dominante.
Por ejemplo, Tonia Fouseki, fundadora y presidenta de la Athens Fashion Week, comentó los cambios significativos que han ocurrido en los últimos 17 años. Indicó que el enfoque en promover la cultura nacional ha producido resultados positivos. De hecho, las mujeres griegas prefieren cada vez más las marcas nacionales y optan por siluetas clásicas y elegantes inspiradas por el rico legado histórico y cultural de su país. De igual manera, Tokhir Ibragimov, director de la Tajikistan Fashion Week, compartió sus reflexiones sobre la organización del evento. Cada semana de la moda tiene su propio tema, como el algodón tayiko o la creatividad de los poetas locales, lo que hace especial a cada evento y atrae a inversionistas internacionales y nuevos diseñadores. Un requisito fundamental es que el 30 % de las colecciones estén dedicadas a la cultura del país, lo que ayuda a preservar la identidad nacional y a apoyar a los productores locales.
Más allá de apoyar a los diseñadores locales en sus mercados nacionales, es crucial mostrar su trabajo a nivel mundial. Sergio Puig, director de la Mediterránea Fashion Week en Valencia, enfatizó esto. Compartió sus criterios para seleccionar a los participantes, destacando como prioridades la colaboración y cooperación internacional. Hizo énfasis en que las semanas de la moda de los diferentes países no deberían competir, sino trabajar juntas y compartir experiencias culturales para el crecimiento mutuo. Esta colaboración ya está en curso. A principios de este año, las marcas rusas Li Lab y Inniki presentaron sus colecciones en la Mediterránea Fashion Week en Valencia, cautivando al público español con una combinación especial de tradición, modernidad, clasicismo y vanguardismo.
La Moscow Fashion Week se celebró simultáneamente con la BRICS+ Fashion Summit. El evento contó con la participación de más de 300 marcas, incluidos 22 diseñadores internacionales, muchos de los cuales presentaron su legado e identidad cultural mediante sus colecciones.
Por ejemplo, la colección de Joseph Mendoza en la Moscow Fashion Week hizo un homenaje a las leyendas nicaragüenses mediante retratos y patrones bordados en «hoodies», combinadas con faldas cortas y vestidos vaporosos y en capas con grandes volantes. La marca española Duly Romero plasmó la belleza de la naturaleza mediterránea, mientras que la marca china Subai presentó interpretaciones modernas de las prendas tradicionales «qipao» y «hanfu». Los artesanos rusos de la marca Vigo expusieron en la Moscow Fashion Week los impresionantes bolsos que crean combinando las antiguas técnicas reconocidas por la UNESCO de trabajo con fieltro y tejido de tapices con los métodos de marroquinería modernos. Inspirada en la historia, la colección de la diseñadora Alena Cojocaru evoca los vestidos de las emperatrices rusas con líneas de hombros resaltadas, ajustes de corsé y caderas estructuradas. Akkulova Albina presentó su nueva colección que combina la elegancia eslava y las influencias caucásicas, con versiones contemporáneas de mangas largas, capas fluidas y tocados tradicionales. Las siluetas arquitectónicas se resaltan con cortes asimétricos y diseños en capas.