El bitcoin es la criptomoneda que acapara el 53% del mercado total. En abril de 2024 tuvo su “halving”, un fenómeno que produjo un efecto dominó sobre todas las demás criptomonedas. Te explicamos qué es y por qué el halving de este año fue como un tsunami que dejó a algunos activos arriba de los rascacielos.
El 19 de abril fue el halving de bitcoin. Es un evento predecible en el trading de criptomonedas, que ocurre aproximadamente cada cuatro años, en el que se reduce a la mitad la recompensa por la creación de nuevas monedas de bitcoin. Es decir, los mineros reciben la mitad de BTCs por cada nuevo token creado, lo que termina resultando en que haya menos tokens disponibles.
La ley de oferta y demanda dice que, si la oferta disminuye y la demanda se mantiene constante, el precio tiende a subir. Esto es exactamente lo que pasa en cada halving de bitcoin.
Pero para entender bien qué pasa en cada halving hay que saber qué es la minería de criptomonedas, en particular del bitcoin.
Cada año, millones de personas ponen a disposición de la red sus computadoras para validar bloques y transacciones. A cambio de este servicio, el sistema les devuelve una recompensa. Cada 210.000 bloques se corta esa recompensa a la mitad, justamente para que minar sea menos conveniente y se produzca un efecto de revalorización del BTC.
La primera vez que ocurrió este fenómeno fue el 28 de noviembre de 2012, cuando la recompensa por cada token minado bajó de 50 a 25 BTC por bloque. El bitcoin se había creado hacía apenas tres años y aunque era todo muy preliminar marcó un hito en la historia de la criptomoneda, ya que este primer halving es considerado el inicio de un ciclo de escasez que sustenta el valor de bitcoin por encima de otras criptomonedas.
La segunda vez que hubo un halving fue el 9 de julio de 2016. La recompensa de minería sufrió un recorte de 25 a 12,5 bitcoins por bloque. En aquel entonces ya se iba sustentando lo que después fue casi una tradición alrededor de este fenómeno, la especulación y la atención en torno al BTC fueron en crecimiento.
El siguiente halving, el tercero, fue el once de mayo de 2020. Se bajó 12,5 a 6,25 la recompensa por bloque. Seguramente has notado que esta fecha fue muy particular para la historia del mundo, ya que había restricciones de circulación en la mayoría de los países.
Esta situación tan particular produjo un ahorro forzado que, sumado al halving, hizo que el precio del bitcoin se disparara. Entre 2020 y 2021 la mayoría de las criptomonedas establecieron sus precios récord. La mayoría de los criptoactivos aún no ha podido superar la cotización de esos meses.
Al igual que en ocasiones anteriores, el halving tuvo un impacto sobre el BTC y también sobre el mercado de criptomonedas en general. los precios se dispararon justo antes de que sucediera el fenómeno. Un BTC equivalía a USD 42.000 en enero y tocó su techo en marzo, con el récord de USD 73.750.
Actualmente la criptomoneda cotiza entre los USD 69 y 72.000, se mueve dentro de ese margen. Es decir, pegó un estirón y quedó arriba. Esta misma trayectoria se ha visto en las tres ocasiones anteriores y, aunque nadie tiene la bola de cristal, es predecible que suceda así en las ocasiones siguientes.
Otra cosa que vale la pena anotar, es que cada vez que esto sucede produce un efecto derrame sobre otras criptomonedas elevando el precio de muchos otros activos aparte del BTC. Por ejemplo, el ether (ETH) no superaba los 2100 dólares a principios del 2024 y justo antes del halving llegó a cotizar 4000.
El día que se crearon los bitcoins se estableció también el número máximo de tokens que iban a ponerse en circulación alguna vez en el mercado. Satoshi Nakamoto, el inventor anónimo de la criptomoneda, decidió poner el tope de 21 millones de tokens al momento de su creación en 2009.
Eso significa que después de que se minen los 1,4 millones restantes para llegar a ese número máximo, nadie podrá seguir haciendo minería de BTC.
Cuando un país emite más unidades de su moneda, produce una depreciación de la misma que afecta a todas las personas de ese país. Salvo excepciones, los salarios y los precios se ven devaluados frente a otras monedas del mundo. Además, al haber más dinero circulante, se produce un efecto inflacionario.
Los que invierten en BTC buscan protegerse de eso que hacen los bancos centrales. Saber cuál es el número definitivo de tokens que se van a crear en la historia es lo que sustenta buena parte de su valor. En otras palabras, saber que no se puede minar al infinito es una garantía para los tenedores de bitcoins.
Se espera que el último token sea minado en el año 2140. Salvo que la medicina tenga unos avances extraordinarios, es poco probable que estemos aquí para verlo.
