El Hospital General Córdoba antes el Civil Yanga, quedó paralizado este miércoles luego de que médicos, personal de enfermería y administrativos decidieran suspender actividades y tomar las áreas de dirección y administración.
La protesta, respaldada por el Sindicato Estatal de Trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz, también se extendió a la vía pública, pues los inconformes bloquearon la carretera federal 150 o bulevar Córdoba-Peñuela, para demandar la intervención urgente de la Secretaría de Salud del Gobierno de Veracruz.
Los trabajadores responsabilizan al director del hospital, Roberto Carlos García, y al administrador, Rubén Vázquez Portilla, de la crisis institucional que enfrenta el nosocomio, incluso las malas decisiones y el trato autoritario de ambos funcionarios han colocado al hospital en una situación insostenible.
Entre las principales exigencias se encuentra la destitución inmediata de los dos servidores, a quienes también se les acusa de violaciones a derechos laborales, acoso y nepotismo.
El descontento se agudizó, relataron los empleados, porque han sido sometidos a revisiones de pertenencias y vehículos al ingresar y salir del hospital, situación que consideran humillante.
También señalaron que, ante la falta de insumos básicos, han tenido que solventar de su propio bolsillo la compra de material de curación y medicamentos.
Durante la protesta, las consignas se hicieron escuchar: “¡Ya basta de abusos, corrupción e incompetencia!” fue el grito que unificó a médicos y enfermeras en la explanada del hospital.
Con mantas y cartulinas, los trabajadores dirigieron sus reclamos a la gobernadora Rocío Nahle García, solicitando la salida inmediata del director. Entre las leyendas destacaban: “Roberto Carlos, eres la vergüenza de Córdoba”, “Fuera el Director del Hospital”, “Basta de acoso laboral y malos tratos”, así como acusaciones de misoginia, prepotencia y abuso de poder.
El personal dejó en claro que no regresará a sus labores hasta recibir una respuesta oficial de la Secretaría de Salud y ver cumplida su principal demanda: el relevo de los actuales directivos.
Mientras tanto, la parálisis hospitalaria mantiene en incertidumbre a pacientes y familiares que diariamente buscan atención médica en una de las instituciones más importantes de la región.