Para resistir los embates de los vientos del norte, incluso huracanes, en Veracruz se mejoró los genes del maíz para hacer las matas resistentes a los vientos superiores a 115 kilómetros por hora, comentó el ingeniero Francisco Javier Ugalde Acosta, del Campo Experimental Cotaxtla,
“Cuando se celebraron los juegos olímpicos, esos días se dio a conocer la transformación de maíces enanos, que básicamente era bajarles la estatura ante la situación de los nortes y a partir de ese entonces se tienen los maíces que son de porte bajo y pueden soportar hasta más de 115 kilómetros por hora”.
Ante un evento de norte, o un huracán, estas plantas de maíz, pueden resistir los vientos sin que los derribe.
“No los arranca porque aquí lo que debe bajarse, aparte de la estatura de planta es la altura del elote, o de la mazorca, porque si no hace palanca, entonces con esta situación evita que se acamen, es el termino correcto para cuando hablamos de que se acuestan”.
Esto fue posible gracias al apoyo a la investigación agrícola de la Fundación Rockefeller por 10 años.
Este mejoramiento ha ayudado a los productores de forraje, elote o grano.
Dependiendo del híbrido, la estatura que alcanzan las matas de maíz oscilan entre los 2.20 a 2.40 metros con respecto a lo que llegaban a crecer en los años 60’s que eran de tres metros a 3.5 metros.
Ugalde Acosta, agregó que también trabajan sobre los maíces criollos, los cuales llegan a ser muy altos, pues llegan a crecer más de tres metros y medio.
“Hay que protegerlos porque eso puede ocasionar también trastornos a la producción y se ha trabajado en la reducción de la altura de los maíces criollos de aquí del Golfo de México”.
Indicó que es muy difícil bajar la estatura de golpe a las plantas de maíz, pero han bajado de 20 a 30 centímetros, pero lo clave es bajar la altura de donde está el elote, con esto se reduce el riesgo de que se acamen.
Subrayó que al altura clave para que pueda soportar los vientos es de 2.20 metros, que tengan buen anclaje de raíz y tallos fuertes.
Este maíz resistente a los vientos fuertes, se cultiva en el estado de Veracruz y en alrededor de 12 entidades del sureste del país.
Ugalde Acosta, agregó que el Campo Experimental Cotaxtla, entregó el germoplasma genético a países de Centroamérica Sudamérica y África.
“Está Guatemala, Panamá, Costa Rica, Colombia, el mismo Brasil se tiene intercambio genético, y en países como África, a través de la Colaboración con el Centro Internacional del Maíz y el Trigo”.
El ingeniero Ugalde Acosta, aseguró que alrededor de 36 millones de hectáreas en el mundo que se siembran cada año en el trópico tienen el germoplasma genético tuxpeño que se formó en el Campo Experimental Cotaxtla hace 68 años.
Foto: INIFAP