Tras el fallecimiento del padre Felipe de Jesús Enríquez Castillejos al caer su automóvil a una laguna de Río Medio 4, vecinos piden señalamientos que adviertan el fin de la calle e iluminación.
La calle Río San Isidro, después de la última esquina de Río Caudal, es un voladero, no hay señalamientos, sólo termina la calle y después hay más de tres metros de profundidad.
Tampoco hay algún muro que limite la marcha o bolardos que limiten seguir adelante, el agua arrastra todo lo que encuentre a su paso y lo lleva al cuerpo de agua que se formó tras las lluvias.
Beatriz Mendoza comentó que incluso las luminarias no funcionan y el sendero está obscuro, pero eso no es el único punto en esas condiciones, otra calle tiene las mismas características que Río San Isidro, dónde se fue otro carro, afortunadamente sin tripulante.
“Ni luz, esas lámparas no sirven, siempre ha estado así, la vez pasada fue pero del otro lado, también con el agua se fue un carro, hace unos meses se fue un carro, de aquel lado no había nada, ahorita pusieron una barda, se fue el carro, creo que la muchacha pensó que lo habían robado”.
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Ante los sucesos ocurridos ahí, pide que pongan al menos señalamientos que adviertan el fin del camino.
“Que pongan no sé, algo, unos tubos, señalamientos, una lámpara porque esta no sirve y ahí no hay nada, vienen en la noche y es una obscuridad” .
El área donde cayó el auto del padre Felipe, es un humedal, actualmente es un desagüe de aguas residuales que se junta con la laguna.
Incluso con el estiaje llegó a estar casi seco el lugar, pues era un espacio donde pasta el ganado, además está dividido con alambre de púas, pero con las lluvias nuevamente se formó la laguna.
