En redes sociales recientemente fue difundida la historia de Iker, un niño de cinco años de edad que terminó con parálisis cerebral luego de morder una pequeña pila, caso que ha conmocionado a la sociedad de Coahuila.
Aunque poco se sabe, lamer o morder una batería puede tener múltiples efectos en la salud, e incluso podría poder en riesgo la vida de las personas que lo hagan.
Iker fue diagnosticado con parálisis cerebral espástica cuadriplégica por intoxicarse con los metales del artefacto, sin embargo la acción que cometió puede derivar varias consecuencias, afirma el médico internista Arturo Salas.
Explica que as pilas contienen elementos tóxicos; es común que las ácidas contengan dióxido de manganeso, amonio en forma de cloruros. Las alcalinas tienen hidróxido de sodio, de potasio e incluso litio y mercurio.
Por lo tanto, morder una ácida podría desencadenar disminución de la capacidad mental; irritación o quemaduras en la boca; calambres musculares; o mala pronunciación de las palabras, que en la medicina se conoce como "disartria" y "dislalia".
"Hay debilidad, marcha con cierta irregularidad, las piernas se ponen rígidas, hay temblores, hinchazón en las partes de los tobillos, claro son efectos prácticamente inmediatos después de haberse metido una pila a la boca o habérsela tragado".
¿Son reversibles los efectos?
"Sí, sí, si es detectado que el niño se metió a la boca la pila, hay que llevarlo inmediatamente a que lo revise un pediatra o un médico experto en urgencias".
Las sustancias tóxicas de las pilas podrían perforar el estómago, por lo que es importante no perder de vista a los menores y evitar que usen artículos de riesgo.