Los analgésicos opioides recetados durante el embarazo probablemente no estén asociados con un mayor riesgo de trastornos del espectro autista (TEA) o de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), pues cualquier aumento del riesgo podría explicarse por otros factores.
Un estudio que publica Plos Medicine y liderado por la Universidad de Indiana (EE.UU.) buscó conexiones entre la dosis y la duración de la exposición a los opioides durante el embarazo y el riesgo de que el niño fuera diagnosticado posteriormente con esas afecciones.
Los investigadores analizaron las tasas de TEA en más de 1,2 millones de niños nacidos en Suecia entre 2007 y 2018 y las de TDAH en más de 900.000 nacidos de 2007 a 2015, junto con su nivel de exposición a analgésicos opioides durante el embarazo.
Mientras que el 2 % de los niños no expuestos padecía TEA a los 10 años, el 2,9 % de los expuestos a una dosis baja de opioides y el 3,6 % a una dosis alta fueron diagnosticados con esta afección. Las tasas de TDAH siguieron una tendencia similar.
Al usar métodos estadísticos y diferentes comparaciones para tener en cuenta los factores genéticos y ambientales que podrían estar ocultando la relación entre los opioides y los trastornos del desarrollo neurológico, el aumento del riesgo desapareció, indica Plos Medicine.
Los investigadores advirtieron de que su estudio no analizó el impacto de dosis extremadamente altas y duraciones prolongadas de opioides, ya que su conjunto de datos no incluía dicha información debido a las prácticas de prescripción de esos medicamentos en Suecia.
Sin embargo, en general, "los resultados proporcionan pocas pruebas" de que la exposición a analgésicos opioides recetados durante el embarazo "aumente sustancialmente" el riesgo de que el niño padezca autismo y TDAH en los niveles que estudiaron.
Aunque la investigación no puede descartar un pequeño incremento del riesgo con exposiciones elevadas, "los resultados sugieren que no existe una relación causal entre los analgésicos opioides recetados y el riesgo de padecer dos trastornos comunes del desarrollo neurológico, lo que proporciona más datos para respaldar la toma de decisiones", agrega la publicación.
Los resultados sugieren que las asociaciones observadas "se deben en gran medida a factores que conducen al uso de analgésicos opioides, más que a la exposición a los opioides en sí", indicó Ayesha Sujan, de la Universidad de Standford y una de las firmantes del artículo.
La investigadora consideró que el estudio pone de manifiesto "la necesidad crítica de proporcionar a las mujeres embarazadas que sufren dolor apoyo psicosocial y herramientas de gestión del dolor basadas en la evidencia. Estas pueden incluir tanto enfoques farmacéuticos como no farmacéuticos".
Con información de EFE / Foto: Ilustrativa de Pexels /