Natalia González Martínez estudió diseño industrial y hace joyería a base de leche materna para que las madres recuerden con gusto la lactancia a sus hijos y la promuevan.
Creó un proceso para solidificar la leche y convertirla en una piedra que luego incrusta en plata, oro y acero inoxidable, luego de realizar una pieza para ella misma que la ha acompañado a lo largo de su vida.
Realiza figuras de corazón, perlas, símbolos de infinito, coronas y hasta árboles, que van de los cinco milímetros a los 2 centímetros y los engarzan en figuras que bien puede pedir personalizadas la interesada o elegir del catálogo conformado.
También hace letras del abecedario, corazones, perlas, entre otras, con aproximadamente una onza de leche materna.
Informa que el proceso le lleva aproximadamente cuatro semanas, ya que la leche se somete a un proceso de enfriamiento o congelación del cual se extrae la grasa para después combinarla con resinas que dan la consistencia adecuada al alimento.
Fuente: El Universal/ foto: Facebook Joyalacta/ doh