Hoy es Día de Todos los Santos ¿Y cuándo es Día de Muertos?

Imagen Hoy es Día de Todos los Santos ¿Y cuándo es Día de Muertos?

Por: Daniella Ovalle

México tiene dos días de los muertos. Según la tradición, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, está dedicado a quienes murieron cuando eran niños, y el 2 es el Día de Muertos, dedicado a los adultos.

En estas fechas, las almas de los seres queridos visitan la tierra y por ello en cada casa se colocan altares con veladoras, papel picado de colores, calaveritas de azúcar, flores, pan de muerto y la comida y bebida favorita de los familiares, con fotografías que acompañan las ofrendas.

Sus raíces están en las culturas prehispánicas y, siendo patrimonio “inmaterial” de la humanidad, supone una fiesta para todos sentidos aunque alguno te falle. Gerardo Ramírez, casi ciego durante años, lo resume con una frase: “Honras a las personas, conectas con el pasado”.

El Día de Muertos huele a cempasúchil y copal, y hay música sobre las tumbas.

El intenso aroma del cempasúchil, que en náhuatl significa “flor de 20 pétalos”, y del copal, la resina vegetal purificadora que se quema en los altares, son los encargados de mostrar a los muertos el camino de regreso desde el inframundo.

Afirman que el cempasúchil le huele a “dulce, frescura y puro trabajo” de los campesinos que dedican jornadas interminables a cuidar las flores. También a “orgullo mexicano”.

La comida representa en los altares de muertos el símbolo de la tierra. Y el dulce por excelencia es un pan con fragancia de azahar o naranja aunque en sus orígenes, según los investigadores de la Escuela Mexicana de Gastronomía, se preparaba con una masa de amaranto mezclada con sangre humana y miel para ofrecer a los dioses.

Otros historiadores creen que los españoles, asustados por los sacrificios humanos, hicieron un pan de trigo bañado en azúcar pintado de rojo para simbolizar un corazón.

Hoy tiene un sitio privilegiado en los altares junto a la comida y la bebida favorita del muerto.

El altar

La preparación del altar es uno de los mayores placeres para muchos mexicanos. Se suelen incluir en ellos muchas artesanías, desde esqueletos en papel mache a alebrijes (figuras de animales imaginarios), pero lo que no pueden faltar es el “papel picado”, esas las finísimas hojas de papel de colores troquelado con dibujos, que en algunos lugares de Ciudad de México todavía se elaboran a golpe de martillo y cincel.

Algunos ligan ese arte a las láminas de corteza del árbol del amate que los pueblos prehispánicos usaban como papel aunque, entonces, no los troquelaban. Esos cuidadosos recortes se cree que vienen de China, grandes artesanos del papel, y que llegaron a México de mano de los españoles.

Música sobre la tumbas

Aunque algunos mexicanos de mayor edad recuerdan como sonido característico de estas fechas el rumor de los rezos en honor a los difuntos, las guitarras o las voces de los mariachis son las notas que proliferan estas fechas junto a las adornadas tumbas de muchos panteones.

Otros, lo que llevan son “sus grabaciones o sus bocinas... Porque no hace falta tener dinero para disfrutar” junto a los seres queridos que faltan.

No hay sonatas características de estas fechas. Algunos recuerdan canciones como “La llorona” que cuenta la leyenda del alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos. Los más jóvenes, las de la película “Coco” y su guitarra michoacana. Y otros, rancheras como “El puño de tierra”, en la que se aboga por darle ”gusto al gusto” porque será esa tierra en una mano lo único que el hombre se lleve a la otra vida al morirse.

Colores, fotos contra el olvido

Aunque el Día de Muertos es, por excelencia, un espectáculo visual lleno de sincretismo entre las distintas creencias, su objetivo básico es no olvidar a quien ha muerto para que no desaparezca.

Las fotografías de los seres queridos se colocan en el lugar preferente de los altares. Los colores inundan todo. El naranja del cempasúchil, el negro del inframundo, el morado vinculado a la religión católica, el rojo de los guerreros o el blanco para los niños.

 

da clic