Un veterinario fue asesinado presuntamente por los dueños de una perrita de la raza Yorkshire a la que atendió, pero desafortunadamente no pudo salvarle la vida.
A través de redes sociales, el Médico Veterinario Zootecnista,Héctor Hernández Cañas había denunciado que tras atender a perrita llamada Mía, fue amenazado.
"Mía una yorkshire de 8 años presentaba una obstrucción en el esófago a la altura del diafragma, un hueso de aproximadamente 3 cm. Se realizaron todos los procedimientos correspondientes llegando al diagnóstico correcto. Los tutores decidieron por su cuenta realizar una serie de estudios para determinar la situación de su mascota confirmando el diagnóstico al que ya se había llegado", escribió el ahora occiso en redes sociales.
Asimismo, el Médico detalló que con la cirugía le extrajeron el objeto que obstruía el esófago y la mascota fue internada para su recuperación; imágenes compartidas muestran que era un hueso de chuleta.
"Se siguieron las indicaciones, se le aplicó su fluidoterapia con medicamento y las maniobras correspondientes propedéuticas. Sólo se retiró su vía intravenosa en ese momento para poder ofrecer una dieta blanda, dicha cantidad ofrecida para no generar una complicación en la recuperación", agregó.
Sin embargo, pese a los cuidados, la perrita murió por problemas de salud relacionados con la atención tardía.
"Desafortunadamente por el tiempo en el que tardaron en decidir si realizábamos la cirugía, en la fase de recuperación su mascota presentó una complicación durante la noche llevándola a generar un paro cardiorrespiratorio", indicó el veterinario que tenía su consultorio en Tultepec, Estado de México.
De acuerdo con la denuncia que realizó el 22 de enero, el médico aseguró que tras la muerte de la perrita comenzaron los ataques en redes sociales, donde aseguraban que Mía había muerto por negligencia.
"La negligencia no es por parte nuestra, la situación de exposición a este acto es de los tutores al dejar de responsable a una menor de su mascota, se comentó todas la situaciones que podrían presentarse durante y posterior del procedimiento de cirugía por su estado tan delicado de salud estaban ustedes al tanto que en cualquier momento por su estado podría haber un deceso", aclaró Hernández Cañas.
Posteriormente, Héctor compartió que fue víctima de un atentado, pues no quiso ceder a extorsiones para detener el “linchamiento mediático”.
"Sufrí un atentado hacía mi vida, no obstante siguen incitando al repudio social repartiendo volantes para difamar mi carrera como médico", afirmó.
El especialista murió debido a la lesión que sufrió con el arma blanca por parte de los dueños de Mía.
El hacho provocó gran indignación entre familiares, amigos e integrantes del gremio, quienes se han unido para exigier que se haga justicia, ya que aseguran que justicia, pues los amos de Mía fueron irresponsables al tardar casi 15 días en llevar a revisión a la perrita, quien a pesar del esfuerzo médico, no resistió.
“Ni un veterinario más”, es la exigencia de colegas y amigos de Héctor Hernández Cañas, quien fue asesinado en dicho municipio mexiquense.
