Quedó en evidencia que todo el proceso realizado en el Senado para seleccionar a quien encabezaría la CNDH, -para este nuevo periodo-, fue un montaje teatral para dar la impresión de proceso democrático. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada de antemano.
Además, este teatro sirvió para darnos cuenta de que la bancada morenista en el Senado tiene dueño y éste es López Obrador.
Por tanto, que la orden de designar presidenta de la CNDH a Rosario Piedra fue tomada por el dueño de la bancada, no tiene duda. Casi la mitad de los legisladores morenistas, -hasta unos días antes de la votación-, estaban decididos a seleccionar a alguna de las candidatas mejor calificadas, -porque las había excelentes-, pues reprobaban la gestión de la señora Piedra al frente de la CNDH en su primer periodo. Además, ésta ocupaba la posición 12 en el ranking de aspirantes, por su pobre desempeño durante las entrevistas en el Senado.
Sin embargo, por arte de magia todos los insatisfechos con la gestión de doña Rosario, cambiaron de opinión y la apoyaron de forma unánime. Nadie mas que López Obrador podría haber logrado que un grupo tan grande de inconformes diera reversa.
Que la recién nombrada ombudsperson nacional no era la candidata de la presidenta Sheinbaum también queda claro, pues entre las finalistas para alcanzar este cargo estaba Nashieli Ramírez, la actual presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y además, la mejor calificada por el comité evaluador del Senado, conformado por legisladores morenistas y de los partidos de oposición.
Ante el escándalo que significa esa intromisión tan evidente, la presidenta Sheinbaum ha desestimado la posibilidad de que haya intervenido López Obrador. Sin embargo, las circunstancias que rodearon a este nombramiento espurio confirman lo sucedido.
Sin más mérito que asumirse como víctima de un acontecimiento sucedido en 1975, cuando su hermano, -Jesús Piedra Ibarra-, fue detenido en Monterrey por la Dirección Federal de Seguridad y ya no se volviera a saber de él, y además, capitalizando la fructífera labor de su madre, doña Rosario Ibarra de Piedra, -reconocida y muy respetada activista a favor de los derechos humanos-, Rosario Piedra Ibarra fue ratificada en el cargo de presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Jesús, -su hermano-, era miembro de la Liga Comunista 23 de septiembre, grupo guerrillero denunciado como terrorista.
Si bien la desaparición de una persona siempre es una tragedia que ensombrece a una familia, hoy sucede cotidianamente, sin que a la CNDH, -que dirige la señora Piedra-, le preocupe la negligencia y apatía gubernamental para combatir a este grave delito.
Si bien las desapariciones hoy son acreditadas al crimen organizado, el gobierno carga con la responsabilidad de no haber realizado las mínimas acciones para frenar este perverso crimen de lesa humanidad. Durante el periodo de la gestión de Piedra Ibarra al frente de la CNDH, no se le cuestionó a quien gobernaba al país durante ese periodo, su falta de interés para proteger a la ciudadanía de las agresiones de los delincuentes.
Es más, la CNDH no mostró empatía ni solidaridad con las denominadas “madres buscadoras”, que no han tenido protección gubernamental para realizar su labor de búsqueda de familiares y por ello, muchas de ellas han sido asesinadas.
La “ombudsperson” Piedra Ibarra jamás intercedió por ellas frente al presidente López Obrador, que las ignoró reiteradamente y les negó el derecho de audiencia cuantas veces se la solicitaron.
Llama la atención que el “Comité Eureka”, -fundado por doña Rosario Ibarra de Piedra, madre de la hoy presidenta de la CNDH-, señaló al Senado que se debían elegir los mejores perfiles profesionales y calificó el trabajo de la hija de la fundadora de Eureka como deficiente y se pronunció en contra de su reelección.
Sin embargo, siendo pésimamente evaluada frente a otras candidatas, sospechosamente fue incluida, primero en la terna y de repente se volvió la candidata idónea. Ésto lleva a la suposición de una evidente orden recibida desde Palenque para ratificarla en el cargo.
Las candidatas con mayor puntuación por su capacidad e idoneidad para el cargo, fueron, -en primer lugar-, Nashieli Ramírez, seguida de Tania Ramírez y de Paulina Hernández.
Ésto confirma que el Congreso se maneja desde Palenque y el fiel emisario de este expresidente es Adán Augusto López.
Malos augurios para nuestro querido país, pues quien dijo que se retiraría a trabajar en sus inquietudes intelectuales, parece ser que sigue aferrado al poder.
REGRESO AL PASADO
Ahora que el director general del INFONAVIT, -Octavio Romero Oropeza-, ha informado que la institución a su cargo regresará al modelo inicial de hace más de 50 años, cuando esta dependencia descentralizada construía casas, las vendía directamente y otorgaba los créditos, se vuelve imprescindible recordar lo difícil que era en esa época obtener una casa de interés social… era casi un privilegio.
Seguramente a la mayoría de los mexicanos no les tocó vivir la frustración que representaba intentar obtener una vivienda a través del INFONAVIT, antes del año 2001.
El nivel de corrupción era tal, que había que recurrir a los denominados “coyotes”, que eran intermediarios, y que en un esquema de corrupción gestionaban el otorgamiento de casas con el pago de una alta comisión.
Desde la fecha de su fundación, en abril de 1972 y hasta el año 2002, -fecha en que su director general, Víctor Manuel Borrás replanteó su misión-, el Infonavit actuó como el constructor oficial de vivienda, a la vez que operaba como la financiera que otorgaba los créditos.
Fue a partir del modelo creado en 2002 por Borrás que el INFONAVIT se convirtió en una eficiente financiera que sólo otorga los créditos para la compra de vivienda construida por empresas privadas, que compiten entre sí otorgando los precios más bajos y ofreciendo cada una de ellas los mejores diseños y calidad.
Para obtener el crédito hasta hoy sólo hay que solicitarlo, con el único requisito de estar afiliado a ese instituto. Con el crédito en la mano, -hasta hoy-, un trabajador sale a comprar una casa en el barrio de su preferencia, escogiendo ubicación y diseño con absoluta libertad. Cada quien selecciona a su gusto.
De este modo obtener una casa hoy es sumamente fácil y por ello millones de familias mexicanas en estos últimos veinte años empezaron a construir su propio patrimonio.
En contraste, si regresa el modelo de operación anterior, -en que el INFONAVIT construye, vende y ofrece el crédito-, se correrá el riesgo de que regresen los vicios anteriores.
¡QUÉ NECEDAD!
Negar lo evidente es necedad y no se justifica que en lugar de realizar alianzas para combatir la inseguridad y al crimen organizado, el Gobierno de México decide levantar una queja oficial ante el gobierno de Estados Unidos por las declaraciones de su embajador Ken Salazar, quien cuestionó la estrategia obradorista “Abrazos… no balazos”.
Además, este diplomático norteamericano denunció la falta de interés del expresidente López Obrador por aceptar la colaboración ofrecida por su gobierno para combatir con eficiencia al crimen organizado. El embajador atribuyó la falta de interés de López Obrador a “problemas ideológicos”.
Lo sucedido durante el gobierno de López Obrador es sabido. Sin embargo, se esperaba una actitud diferente de la presidenta Sheinbaum para con las relaciones de México con la comunidad internacional, -y con mayor énfasis con Estados Unidos y Canadá-, nuestros socios. Es muy grave que este gobierno que inicia desaproveche la gran oportunidad de iniciar la relación con USA a partir de cero y así sepultar en el olvido los agravios y reclamos de López Obrador a sus funcionarios y al Departamento de Estado.
Esta es la oportunidad de rescatar una relación fundamental para el desarrollo de nuestro país: la relación con Estados Unidos y Canadá.