Opinión

¿Amar o querer?

Por Ramón de la Peña


Hace tiempo, al verme con cara sentimental, Katchumo mi asesor de Santa Catarina, me compartió una poesía-canción de Manuel Álvarez Beigbeder y Romero Purification Casas, "Amar y Querer", en la cual se nos dice:

"Casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar. Es que amar y querer no es igual, amar es sufrir querer es gozar. El que ama pretende servir. El que ama su vida la da. Y el que quiere pretende vivir, y nunca sufrir y nunca sufrir. El que ama no puede pensar, todo lo da, todo lo da. El que quiere pretende olvidar, y nunca llorar y nunca llorar. El querer pronto puede acabar. El amor no conoce el final, y es que todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar. El amar es el cielo y la luz. Ser amado es total plenitud, es el mar que no tiene final. Es la gloria y la paz. Es la gloria y la paz. El querer es la carne y la flor, Es buscar el obscuro rincón. Es morder, arañar y besar. Es deseo fugaz, es deseo fugaz. El que ama no puede pensar, todo lo da, todo lo da. El que quiere pretender olvidar y nunca llorar y nunca llorar"

Ante ese mensaje me dedique a buscar mensajes relacionados con el amar versus el querer, el primero que encontré nos dice: "Amar es permitir que seas feliz, aun cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, en darse por completo desde el corazón. Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos"

Después me acorde de los mensajes de amar y querer de El Principito que me fue enviado por un colega, quien en su relato nos dice en su historia: “Te amo le dijo el Principito a la Rosa. Yo también te quiero respondió la rosa. Pero no es lo mismo respondió El Principito, y luego continuó: Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. “

Más adelante en el mensaje que me mando un colega se nos dice: "Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados. Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aun cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como pareja, padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.

Pero finalmente me recomienda mi colega que debemos de tener siempre presente una gran enseñanza budista, en la cual se nos dice: "Que si quieres a una flor, la arrancas para tenerla contigo, y si “amas” a una flor, la riegas todos los días y la cuidas"

Son buenas ideas para reflexionar sobre nuestra relación con nuestra pareja, nuestros hijos, nietos y amigos.