Opinión

Por el cambio o por más de lo mismo

Por Otto Granados

Habrá que comparar y razonar quién es la mejor opción de las dos que hay


En unas horas dará comienzo la que puede ser la campaña electoral más riesgosa y peligrosa que haya habido en la historia de México, en las últimas décadas, y también, ciertamente la más importante, y no solo por lo que será una competencia agria como todas, ni por la descarada intervención del gobierno de MORENA, sino por otros factores como la inseguridad y la ausencia de la autoridad pública en varias partes del país como Zacatecas, Sinaloa, Guerrero, Chiapas, donde prácticamente el gobierno no existe. 

Los datos son muy conocidos, 180 mil homicidios dolosos en México desde que MORENA tomó el gobierno en diciembre del 2018 hasta el día de hoy, 800 mil personas que murieron en pandemia, niveles galopantes de corrupción, una migración irregular que aumentó 62% en 2023 comparado con el 2022 en las fronteras norte y sur, y el poco honroso primer lugar de México en el índice global de crimen organizado correspondiente al año 2023.

Entonces, la pregunta que nos tenemos que hacer es sí todo esto es normal en un país de estas características, de este tamaño y de esta importancia, y por supuesto que no, y la pregunta que se hace en toda elección en cada persona es si estamos mejor hoy que hace seis años, la respuesta categórica es que no y los datos duros lo demuestran abrumadoramente. 

Por lo tanto, habrá que comparar y razonar quién es la mejor opción de las dos que hay.

Una propone un proyecto claro, profesionalismo, decisión y decencia, y la otra ha dicho que plantea más de lo mismo, o sea, seguir exactamente por el mismo camino.

Ahora bien, la condición humana es muy compleja, todos lo somos, tomamos decisiones con un alto componente de subjetividad y el acto de votar es subjetivo, que es una combinación del estado de ánimo del día, del hígado, del estómago, del interés muy personal de cada quien, así funciona la condición humana. Pero si yo me compro un auto o elijo una casa, son decisiones que solo me afectan personalmente o en el ámbito familiar, la decisión de voto en cambio puede afectar a toda una comunidad, a un estado o a un país, es decir, la forma como vota una parte del electorado afecta a la otra.

En 2018, por ejemplo, los votos de 28 millones de personas por MORENA, afectaron a los otros 94 millones de habitantes de este país, que entonces tenía 124 en total. He allí la enorme responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros, por lo tanto, sin desconocer las complejidades y la naturaleza de la condición humana, votar también exige hacerlo con razones, con la cabeza, con serenidad y con inteligencia, con base en lo que está sucediendo en mi entorno, en mi comunidad y en mi país. 

La incompetencia, la ignorancia y la nula preparación son, al gobernar, pasivos que se pueden mitigar que se pueden paliar, atrayendo gente talentosa, profesional y capaz para armar un buen equipo, pero gobernar desde el rencor, desde el odio, el resentimiento y los complejos como ha pasado estos años, es mortal para una nación, por eso hay que votar de manera masiva, copiosa y razonada, por responsabilidad, compromiso e interés para que todos ganemos, de otra forma el futuro de México y el de Aguascalientes podría convertirse en una tragedia.